La pregunta a la que nos enfrentamos en este artículo puede asustar, mucha gente no creería que algún día llegáramos a este punto de desarrollo de la tecnología humana. Ciertos profesionales del derecho se manifiestan en contra de estos avances, basándose en el derecho a la privacidad, que la Constitución Española reconoce en el artículo 18. Pero otros muchos advierten de la necesidad de que el Internet de las cosas y el Big Data avancen de la mano debido al gran cambio que puede suponer en nuestra sociedad.
El Big Data nos permite un tratamiento masivo de datos, que unido con el IoT nos puede llevar a la capacidad de analizar un flujo de datos que sea continuo. Es decir, a diferencia de las corrientes, en parte podríamos decir aleatorias, que generan las redes sociales y el cloud, el IoT genera un flujo de datos continuo.
¿Cómo pueden afectar el Big Data y el IoT a los comportamientos humanos?
Son obvios los cambios de comportamiento que se pueden producir en los consumidores, pero es que, también generará cambios en el comportamiento de las empresas y empresarios. El Big Data combinado con el IoT supondrá un considerable ahorro en costes, lo cual revertirá en poder realizar mayores inversiones, lo que a largo plazo abaratará el producto. Y mejorará la movilidad.
Puede aportarnos otros beneficios, como realizar un análisis simple pero exhaustivo acerca de nuestras estrategias empresariales y poder predecir cuáles serán más o menos eficientes. Además de innumerables aplicaciones, por ejemplo, de seguridad. A lo mejor en un futuro, la figura del vigilante de seguridad ya no tiene cabida.
Por ello, la combinación del Big Data con el IoT no solo nos beneficiará como consumidores, ya que abaratará costes de producción y hará bajar el PVP, sino como empresarios, obteniendo mayores rendimientos, y como sociedad. Una sociedad más evolucionada es una sociedad que tiende a una mayor conciencia social y ecológica.
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