Con permiso de la ingeniería genética, el gran reto ético del presente siglo viene de la mano de la robótica y la tecnología de la inteligencia artificial. Un debate de larga trayectoria tanto en el ámbito académico como en la cultura de la ciencia ficción, pero que hoy está en primera plana porque, según parece, estamos muy cerca del punto de no retorno. Autoconciencia, sentimientos, empatía, colaboración, sentido común… Las estimaciones más optimistas nos alejan un par de décadas del paradigma de la singularidad tecnológica, pero la autonomía de los robots podría llegar mucho antes.

Así lo entienden los más de mil investigadores de computación y robótica que han firmado un manifiesto pidiendo la paralización del desarrollo de los robots asesinos, máquinas con autonomía que pueden decidir por sí mismas el matar a personas sin el control de nadie. Los llamados Sistemas de Armas Autónomos Letales (LAWS) serían diferentes de los aviones no tripulados y los drones, que precisan de un operador para manejarlos. Es una tecnología de IA que podría estar disponible dentro de pocos años.

El debate sobre los robots asesinos entraña un gran dilema ético y así lo entiende la ONU, que el pasado mes de abril reunió a expertos para delinear una política internacional al respecto. Por un lado, algunos sostienen que la automatización de la guerra reducirá drásticamente las bajas entre los soldados, convirtiendo la batalla en algo más limpio. Por otro, se teme que los robots autónomos simplemente no discriminen y provoquen matanzas entre la población civil, que se banalice la guerra y que se entre en un limbo de irresponsabilidad (quién se responsabiliza de un robot asesino autocontrolado). Algo aún más terrible si grupos terroristas se hiciese con esta tecnología.

Una tecnología que se nutre del conocimiento acumulado en robótica, computación, TIC… que gestionado de la manera adecuada puede traer grandes beneficios a la humanidad, pero que desatada puede derivar en una pesadilla distópica.

Foto | Bagogames

Deja tu comentario sobre "Inteligencia artificial, el reto ético del siglo XXI"

Nos encantará conocer tu opinión, pero primero tenemos que indicarte que los comentarios están moderados, y no aparecerán inmediatamente en la página al ser enviados. Evita, por favor, las descalificaciones personales, los comentarios maleducados, los ataques directos o ridiculizaciones personales, o los calificativos insultantes de cualquier tipo, sean dirigidos a los autores, a cualquier otro comentarista o la empresa propietaria de esta página. Estás en tu perfecto derecho de comentar anónimamente, pero por favor, no utilices el anonimato para decirles a las personas cosas que no les dirías en caso de tenerlas delante. Intenta mantener un ambiente agradable en el que las personas puedan comentar sin temor a sentirse insultados o descalificados. No comentes de manera repetitiva sobre un mismo tema, y mucho menos con varias identidades o suplantando a otros comentaristas. También, procura que tus opiniones estén relacionadas con lo que se comenta en esta entrada. Los comentarios off-topic, promocionales, o que incumplan todas estas normas básicas serán eliminados.


Presto mi consentimiento para que, de acuerdo a la normativa europea de protección de datos, T-Systems ITC Iberia S.A.U trate mis datos personales con la finalidad de identificar al autor del comentario previo. Estos datos se pueden ceder a las empresas del grupo Deutsche Telekom AG. No está prevista la realización de transferencias a terceros. Puede ejercer sus derechos de acceso, rectificación, supresión, limitación, oposición y portabilidad de datos solicitándolo por escrito a: T-Systems ITC Iberia SAU, Carrer Pere IV, 313. 08020 Barcelona, o a través de correo electrónico a FMB.TS-IB-PROTEC-DATOS-PERSONALES@t-systems.com. A su vez, puede dirigir cualquier consulta al Delegado de Protección de Datos a la dirección indicada anteriormente con la finalidad de identificar el autor del comentario previo y gestionar su consulta si fuera el caso.