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Uno de los principales retos a los que se deben enfrentar las compañías y sus líderes es el de adelantarse a las potenciales amenazas. Deben saber cuáles serán los riesgos que dominarán los meses que quedan por delante, para preparar una estrategia que les permita frenar su impacto y salvar los resultados de su compañía. Pero esto no siempre es sencillo, especialmente en un contexto como el actual en el que la realidad es tan cambiante.

Uno de los recientes análisis de Forrester ha identificado las que están llamadas a ser las grandes amenazas de 2025, a las que tendrán que enfrentarse las empresas durante los meses que quedan por delante. Son cuestiones muy conectadas con la tecnología y la geopolítica y retos que las herramientas TI ayudan a navegar.

Disrupciones legislativas

La actualidad informativa y el contexto geopolítico tienen mucho que decir en la operativa corporativa, así como en las decisiones que se toman en áreas clave como la innovación, el desarrollo y la tecnología. Forrester advierte que este año será uno complejo en el terreno de las disrupciones legislativas, tanto por cambios en normas existentes como por la entrada en vigor de nuevas leyes y medidas.

La recomendación de la firma de análisis es la de priorizar aquello que está en marcha en el ahora, sin caer en una obsesión con los cambios futuros. La tecnología puede ayudar a afrontar los retos del presente, lo que sirve para sentar unas bases sólidas para gestionar los que pueda traer el mañana.

Deepfakes de alta calidad

Las amenazas de ciberseguridad son una de las constantes en los cambios y amenazas en los universos corporativos. Si antes las compañías debían temer ataques, ahora también deben blindarse ante engaños sofisticados. Ahí entran los deepfakes, vídeos o audios que replican a la perfección a personas de confianza. Como advierte Forrester, cada vez es más fácil hacerlos y también lograr resultados más creíbles. Esto debe llevar a que la estrategia de TI potencie mejores sistemas de autentificación, pero también a una mejor educación en la empresa sobre estas cuestiones.

Una avalancha de la IA generativa

En paralelo, la inteligencia artificial (IA) generativa ha logrado resolver muchos problemas corporativos y simplificar procesos. La parte positiva convive con una menos optimista, que es la de cómo se ha convertido en una potencial fuente de amenazas.

«La antropomorfización de la IA generativa implica que la gente confía en ella incluso cuando no debería, lo que pone a tu organización en riesgo», advierte el informe. Por ejemplo, se comparte información sensible y comprometida con la IA o se le hacen preguntas que no deberían salir del entorno corporativo. La estrategia TI debe pasar, por tanto, por una mejor seguridad en el uso de la IA, en la inversión en herramientas seguras o en el establecimiento de procesos claros dentro de la empresa. Mejor liderar desde dentro que dejar que los trabajadores empleen su IA favorita, la misma a la que le piden ayuda para programar las vacaciones

La IA optimiza el cibercrimen

No es el único problema en seguridad que trae la IA. El análisis de amenazas también señala que la inteligencia artificial está optimizando la operativa de los cibercriminales. Si en 2024 el ransomware se volvió menos lucrativo en años anteriores (y en lo que va de 2025 han visto una caída del 35% en este tipo de ataques), ahora los cibercriminales han aprendido que la IA les abre nuevas oportunidades. En lugar de ir a lo genérico, van a emplear la inteligencia artificial para analizar grandes cantidades de datos y afinar mucho mejor la extorsión.

Este punto, como el anterior, evidencia la importancia de contar con una estrategia de seguridad de última generación y de afinar las herramientas que se emplean. Contar con un partner que ayude a optimizar estrategias y soluciones, como T-Systems, es fundamental.

Riesgos internos

Otro de los puntos que indica el análisis de Forrester está en los riesgos internos. En medio de oleadas de despidos (y el análisis recuerda que se han visto ya en varias grandes compañías y en Estados Unidos), recomienda optimizar también la estrategia para paliar los riesgos desde dentro de la propia compañía.

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