El avance de los dispositivos IoT es imparable. Los teléfonos fijos tardaron alrededor de cien años en alcanzar la saturación del mercado (40% de penetración). A los viejos teléfonos móviles les llevó veinte años en alcanzar ese porcentaje. Los smartphones necesitaron alrededor de diez años. Las tablets, poco más de cinco años. Los dispositivos IoT continúan, como poco, con ese vertiginoso ritmo de penetración.
En 2015, el 69% de los consumidores esperaba adquirir un dispositivo IoT en los siguientes cinco años. La mitad pensaba comprar productos, como un smartwatch, para aprovechar la movilidad a la hora de registrar, por ejemplo, su actividad física. Un 13% pensaba adquirir otros elementos, como termostatos o alarmas inteligentes.
El crecimiento de los dispositivos IoT en detrimento de los móviles
En 2018, se espera que los dispositivos IoT superen a los móviles. En 2021, serán más de 16.000 millones de dispositivos IoT para un total de 28.000 millones de dispositivos conectados. Este auge del Internet de las Cosas no se explica solamente con las pulseras deportivas y los relojes inteligentes. Para comprenderlo, hay que fijarse mucho más en otros procesos.
Aplicaciones como IFTTT o Nest quizás tengan mucho más que ver de lo que pueda parecer a priori. Gracias a IFTTT, por ejemplo, es posible controlar el termostato inteligente de casa mediante un tuit o un SMS.
Dentro de la gama de productos relacionados con el Internet de las Cosas, los denominados wearables y los relacionados con la seguridad y salud son los más demandados.
Sin embargo, este panorama podría cambiar por completo en el momento en que se popularicen los coches autónomos, convirtiéndose en los auténticos reyes del IoT. Sin duda, será toda una revolución estandarizar un coche conectado a la Red que circule por las carreteras gracias a la tecnología aplicada a la movilidad.
El auge de los dispositivos #IoT se hace patente: en 2018 superarán a los móviles Share on X
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