La quinta revolución industrial está todavía dando sus primeros pasos, siguiendo el camino empezado por la 4.0 y poniéndose al servicio de la sociedad para contribuir a un futuro más sostenible.
Las máquinas, que protagonizaron la primera revolución, son ahora ordenadores conectados e inteligentes que pueden controlar todos los aspectos de la producción al estar basados en sistemas integrales digitales. Se establece así una colaboración con los seres humanos que antes resultaba imposible.
La IA no solo sirve para automatizar procesos, también es capaz de trabajar de forma predictiva para ayudar a las personas. Esto incluye tanto a las empresas que tienen a su disposición mejores herramientas para ser eficientes y que sus empleados trabajen de forma segura, como a la sociedad en general que está mejor preparada para el futuro.
La industria 5.0 encamina sus pasos para estar centrada en el bienestar de las personas, ser resilente de cara a posibles nuevas crisis (de hecho, la pandemia ha sido un gran detonante) y sostenible para el medio ambiente. Así lo indica el documento de la Comisión Europea Industry 5.0: towards a sustainable, human-centric and resilient European industry.
En este informe también se señala el concepto de sociedad 5.0 como un factor para entender las revoluciones industriales. Concretamente, porque también persigue resolver problemas medioambientales apostando por una convivencia más sostenible gracias al soporte y uso inteligente de la tecnología.
Entre los siguientes pasos que podremos observar en los próximos años, la tendencia indica que será necesario combinar las diferentes tecnologías de forma eficiente en cada elemento de la cadena de valor de la industria. Una forma es procurar que la experiencia del cliente incluya realidad virtual y aumentada, por ejemplo, con el metaverso y el IoT, para que los procesos incluyan una visión digital en tiempo real del mundo físico.
Con la digitalización de la cadena de suministro se reconfiguran los modelos preestablecidos hasta ahora, incluyendo por ejemplo la automatización, robotización y virtualización. Así los procesos se hacen más rentables al reducir los costes operativos y se optimiza la formación de operarios para mejorar su experiencia diaria y su relación con la tecnología empleada.
Todo esto manteniendo la sostenibilidad al optimizar el transporte y su impacto en las emisiones, entre otros factores. Recordemos que los Objetivos de Desarrollo Sostenible que haya marcado la empresa pueden medirse fácilmente con nuestro cuadro de mando Syrah, como ya lo están haciendo muchas instituciones públicas.
Para llegar a la meta y aprovechar todas las ventajas competitivas de la industria 5.0, resulta clave elegir el partner adecuado que pueda contribuir a llevar la digitalización (propia de la industria 4.0) al siguiente nivel (el 5.0). T-Systems dispone de un amplio catálogo de servicios para ayudar a las empresas en este camino hacia el futuro.
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