Llevamos años hablando de smart cities, pero ni en todos los países tienen el mismo nivel de apoyo institucional ni todas las ciudades han empezado su proceso de transformación. Las que lo quieren iniciar se encuentran con problemas que frenan sus primeros pasos, haciendo que “la revolución” se perciba como lenta.
Un informe de Vodafone utiliza cinco criterios para clasificar a las ciudades inteligentes: la estrategia y gobernanza instauradas; el nivel de talento y competencia de funcionarios y ciudadanos; el acceso y uso a fondos y oportunidades de financiación; la capacidad y disposición de la innovación; y la infraestructura de datos, conectividad y soluciones tecnológicas ya desplegadas.
El resultado son cinco perfiles según su madurez digital (entre paréntesis, el porcentaje de las españolas que se encuentran en cada uno):
- Nueva exploradora (16%): dispuestas a iniciarse, pero aún sin estrategia ni financiación.
- Exploradora (30%): han empezado con algunas soluciones inteligentes, pero no de forma equilibrada por falta de una estrategia clara.
- Arquitecta funcional (8%): con una estrategia en marcha y una inversión en infraestructuras.
- Buscadora de integración (30%): todavía no tienen una plataforma común que integre sus diferentes soluciones inteligentes.
- Pionera (16%): ciudad madura a nivel tecnológico y dispuesta a invertir en soluciones innovadoras.
Además, el informe facilita datos que ayudan a entender con qué obstáculos se enfrentan las ciudades europeas al cambio para llegar a ser inteligentes. Por ejemplo:
- El 30% menciona la falta de fondos, el 25% las barreras legislativas y el mismo porcentaje la falta de infraestructuras. Las ciudades más pequeñas citan la falta de estrategia y de competencias digitales.
- El 43% cree que la burocracia es un problema de la contratación, el 39% que es un proceso complejo y también el 39% considera que consume mucho tiempo.
- Si nos fijamos en el perfil: para las nuevas exploradoras, exploradoras y buscadoras de integración, el principal obstáculo es la falta de financiación (35%, 29% y 39%, respectivamente), mientras que para las arquitectas fundacionales es la complejidad de contratación (38%) y las barreras legislativas para las pioneras (33%).
Centrándonos en los porcentajes que corresponden a España, también hay datos interesantes:
- El 87% de las ciudades han iniciado su proceso de transformación digital.
- El 92% que todavía no han aplicado ninguna solución, está planeando hacerlo en el futuro.
- La video vigilancia (54%), la optimización de la respuesta ante emergencias (52%) y la monitorización de la energía (52%) son las soluciones urbanas inteligentes que se despliegan más habitualmente.
- La contratación pública (44% de las buscadoras de integración) es su procedimiento de contratación más común.
- La falta de financiación (el 39% de las buscadoras de integración) es su principal obstáculo.
Este informe confirma nuestro punto de vista y es que la revolución de las smart cities todavía está desarrollándose.
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