La transformación digital no conoce límites y en su continuo afán de mejora, surge un nuevo concepto: el Small data.
En esta transformación la inteligencia artificial, el internet de las cosas (IoT, en inglés), el almacenamiento cloud de todo tipo de contenidos y la superación del big data están siendo algunos de los hitos alcanzados. En este contexto, el manejo de grandes volúmenes de información —que permite correlacionar enormes cantidades de datos para establecer conexiones entre ellos— ha sido uno de los factores que más han contribuido a impulsar esta transformación digital de dimensiones globales. Pero esto no siempre es suficiente.
¿Por qué las empresas usan cada vez más 'Small data' como complemento de Big Data? Clic para tuitearSmall data y la importancia del factor humano
¿Qué aspecto echan de menos? El elemento humano. La influencia de los intangibles que cada persona incorpora: las emociones, la creatividad, el estilo, la personalidad o, simplemente, los hábitos adquiridos pueden matizar o desviar completamente los resultados de la más ambiciosa investigación de big data.
La esencia del marketing —en realidad, de todo tipo de investigación— debe ser el conocimiento del ser humano. Porque él es el auténtico motor, impulsor y canalizador de la conformidad y el cambio sociales. Por ejemplo, la inteligencia artificial no será viable mientras las máquinas sean incapaces de hacer propios algunos de los rasgos humanos menos racionales: la intuición, los sentimientos, la empatía, la creatividad…
Por eso, la tendencia se dirige ahora hacia el small data: consiste en analizar las causas, las razones y los componentes de cada suceso desde un prisma más humano, tomando en consideración las pequeñas pistas, los indicios, los matices que determinan, a la larga, las grandes tendencias sociales y mercadológicas.
El estudio de la realidad, sin duda, ha de incorporar también este tipo de datos, imprescindibles para desarrollar hipótesis de trabajo sobre las que fundamentar, después, las investigaciones de big data.
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