El proyecto Transporte Público Inteligente que se lleva a cabo en la capital de Rumanía, Bucarest, incluye la instalación de medio millar de balizas electrónicas o beacons en otros tantos autobuses urbanos de la ciudad.
El objetivo es mejorar la seguridad en el transporte público y hacer que éste resulte más accesible para las personas ciegas o con cualquier tipo de problema en la vista. De este modo estas personas pueden saber exactamente qué autobús es el que ha llegado a la parada, de qué linea, y cuando pueden acercarse al borde o descender de la acera para subir a él.
Las balizas instaladas por Onyx Beacon envían por radio constantemente la información relativa a cada uno de los autobuses. Esa información se recoge en una aplicación en el teléfono móvil. El teléfono móvil capta la señal del beacon cuando ésta está a unos 50 o 60 metros de distancia y avisa al usuario de su llegada mediante señales de audio o instrucciones habladas.
De este modo el usuario sabe si el autobús que ha llegado es el que estaba esperando, si es el que tiene que coger para completar una ruta previamente solicitada.
Además de su aplicación para asistir a los usuarios que lo necesiten, esas mismas balizas en los autobuses sirven para que la entidad encargada del transporte público pueda recibir información en tiempo real sobre la posición de cada autobús; una serie de receptores de radio repartidos por la ciudad o instalados en la paradas de autobús recogen esa información, a partir de la cual el sistema puede calcular los horarios de llegada a distintas paradas y destinos, ofreciendo esa información a los usuarios, directamente en las paradas de autobús o en una aplicación en el móvil.
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