En la era de Internet no existe el anonimato, lo privado ni la intimidad. Todo se sabe. Mientras se navega por la red va dejándose un rastro en forma de datos. Se hace con todas y cada una de las acciones en la Red. El Big Data, o almacenamiento masivo de datos, permite conocer al milímetro las tendencias de la sociedad. Los privilegiados son los sectores industriales, que disponen de un arma sumamente valiosa para conocer qué reclaman sus clientes y ofrecerlo con éxito. Las grandes compañías contratan a empresas de Big Data para obtener esta valiosa información.
Gran parte de las formas de entretenimiento de masas (cine, música, televisión…) ya tienen su servicio de reproducción de contenidos en streaming, o lo que es lo mismo, con los contenidos alojados en la Nube. Hoy, más que nunca, la información vale su peso en oro. Y la industria musical es una de las que hacen un mayor uso de esta ventaja. Las grandes, Spotify e iTunes, son una fuente de información para las discográficas que, gracias a los servicios de música en streaming, consiguen saber qué canción o cantante puede ser un éxito de ventas.
Los servicios de streaming y otras plataformas de social media permiten a las industrias musicales localizar los fans de un artista emergente. ¿En qué se basan? En el ruido que ese artista hace en Internet. Todo artista genera admiradores que hablarán de él en las redes sociales y otros sitios de la Red. Si un artista tiene mucha presencia online, es decir, hace ruido, esto significa que se trata de un artista potencialmente exitoso.
Cómo se hace el rastreo de datos
No basta con que un artista tenga varios websites. Es importante afinar los datos. Para hacerlo, hay que rastrear las vistas de los vídeos tanto oficiales como no oficiales de YouTube. Además, todas las reproducciones en los servicios de streaming y, por supuesto, las compras físicas y digitales.
Con estos datos, cuidadosamente analizados, no solamente puede detectarse qué canción o cantante será éxito de ventas, sino también determinar, por ejemplo, qué ciudades merece la pena incluir en la gira de un determinado artista.
Big Data para el usuario
La aplicación del Big Data no solo está orientada a la industria musical, para definir por ejemplo qué artistas serán tendencia, sino que sirve para ponerlo a la disposición del cliente, y conseguir así más suscriptores o usuarios para el servicio en streaming en cuestión. Este tipo de servicios, en función del uso que haga (qué tipo de música escucha más, cuáles son los grupos más reproducidos, etc.), proponen alternativas al usuario tales como artistas que puedan interesarle o géneros que le sean más afines.
Spotify generó una aplicación para sus más de 50 millones de usuarios con motivos de las fiestas previas al cierre del año 2014. En ella, podíamos consultar nuestro «año en música»: cuáles habían sido nuestros géneros y artistas favoritos, cuándo habíamos escuchado más canciones y cuál sería nuestro top 10 del año. En función de esto, además, la aplicación generaba una playlist con canciones relacionadas.
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