Todos los días, llevamos a cabo acciones en la red para las que debemos usar alguna de nuestras identidades digitales. Consultar nuestra cuenta de banco, actualizar alguna red social, pedir cita a nuestro médico, enviar un correo electrónico… En todas estas actividades, debemos demostrar que somos quienes decimos ser, normalmente a través de un nombre de usuario y contraseña. Es posible también que tengamos que añadir algún paso extra, una segunda autenticación (un código que recibiremos por SMS, la huella digital…). Aun así, todavía son frecuentes los casos de suplantación de identidad. Que alguien consiga hacerse pasar por ti y acceda a tu cuenta bancaria o tus datos de salud no es lo más conveniente. También puede utilizar tu identidad digital para cometer delitos en tu nombre.
¿Cómo asegurarse de que esto no pase? ¿Cómo garantizar la seguridad de las identidades digitales? Más allá de los básicos, que son responsabilidad principalmente de los usuarios (no usar la misma contraseña para todo, por ejemplo), en los últimos años hemos ido viendo cómo desde las distintas plataformas se van añadiendo más medidas para garantizar esa seguridad: autenticación en dos pasos, el uso de datos biométricos como la huella dactilar o la cara, etc. En el caso de los sistemas informáticos de las grandes empresas, cada vez es más común optar por la confianza cero: tener que confirmar y reconfirmar la identidad cada vez que se acceda a una nueva zona del software.
En T-Systems tenemos esto muy claro y ayudamos a empresas e instituciones a conseguir esa seguridad para las identidades digitales de sus usuarios. Un ejemplo reciente que nuestra colaboración con AOK, el proveedor de seguros médicos públicos de Alemania. La sanidad es un sector especialmente delicado en este tema, ya que la información sobre nuestra salud es sensible y queremos que sea privada. Por otro lado, es un ámbito que se beneficia mucho de la digitalización: poder acceder a nuestros datos de salud desde el móvil es útil y les facilita la vida a muchas personas.
Para AOK, T-Systems desarrolló una GesundheitsID (literalmente, ID de salud), una solución técnica que «garantiza un alto nivel de protección y cumple los estrictos requisitos de seguridad de la agencia digital gematik», aseguró la doctora Carola Reimann, presidenta del consejo de AOK-Bundesverband. «De este modo, nuestros asegurados pueden estar seguros de que sus datos sensibles sanitarios y sociales están protegidos de la mejor manera posible frente a accesos no autorizados. Por otro lado, acceder a los servicios digitales de AOK a través del smartphone será mucho más cómodo en el futuro. Todas las aplicaciones digitales del seguro médico pueden utilizarse con una sola clave».
Las identidades digitales, en definitiva, no tienen por qué suponer un riesgo para la seguridad de los usuarios. Facilitan la vida social digital y mejoran la experiencia de los usuarios, evitando desplazamientos para actividades tan comunes como hacer una transferencia bancaria o comprobar la medicación que tenemos activa. Si la identidad es segura, podremos usarla con tranquilidad y disfrutar de la comodidad que aporta.
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