Incluso las personas más escépticas hace tiempo que han tenido que aceptar lo evidente: la inteligencia artificial (IA) no es una moda pasajera, sino algo que ha llegado para quedarse y cambiarlo todo para siempre. Igual que ya a nadie se le ocurre montar una empresa y no tener un equipo informático (aquí entran los móviles, desde los que ya se puede hacer casi todo), dentro de no mucho las empresas que no usen la IA serán una rareza. Según datos de la Comisión Europea, de hecho, en 2024 ya el 13,48 % de las empresas europeas usaban tecnologías de IA, porcentaje que sube hasta el 41,17 % entre las grandes empresas.
Uno de los problemas del impacto que está teniendo la IA en todos los sectores es que, debido al FOMO (fear of missing out, o temor a perderse algo), muchas empresas adoptan la nueva tecnología con prisas y sin pararse a pensar y analizar cómo les va a ayudar. En el mejor de los casos, conseguirán acelerar levemente un par de procesos, pero pensarán que no era para tanto. En el peor, habrán gastado mucho dinero en algo a lo que no sacan partido y que puede incluso crearles vulnerabilidades de seguridad.
¿Cómo hacerlo bien, de forma segura y con la mayor rapidez posible? Desde T-Systems hemos desarrollado una solución exactamente para estas situaciones: AI Foundation Services, un entorno privado y seguro en el que las empresas pueden desarrollar, probar y producir la receta de IA específica que se ajuste mejor a sus necesidades. En la plataforma, los modelos y servicios de inteligencia artificial vienen ya preconfigurados, listos para empezar a usar con la tranquilidad de saber que cumplen la normativa de privacidad de datos y son seguros.
Esto, de hecho, está garantizado: como los AI Foundation Services usan la Open Telekom Cloud, están sujetos a la ley europea, con todos sus requisitos en materia de soberanía, seguridad y protección de datos. Los servidores que usan los grandes modelos lingüísticos (LLM) de los servicios están en Europa (Alemania, Suiza y Países Bajos), pero las empresas que así lo prefieran pueden también usar sus propios servidores.
Uno de esos servicios es AI Engineer, que permite ahorrar muchísimo tiempo y recursos en la programación de apps: lo que antes llevaba seis meses, ahora lleva 12 minutos. Tras contarle a AI Engineer qué queremos, el servicio tardará un minuto en entender y definir la idea, 6 en diseñar y desarrollar la aplicación, y 5 en probarla y producirla. Sí, léelo dos veces, pero has leído bien.
AI Foundation Services, con una cartera en expansión de más de 15 LLM, es la forma de no perder el tren de la IA. «Con AI Foundation Services en nuestras plataformas de cloud seguras y soberanas, ofrecemos a nuestros clientes un uso eficaz de los LLM, también en entornos empresariales sensibles», asegura el CEO de T-Systems y miembro del Consejo de Administración de Deutsche Telekom AG, Ferri Abolhassan. La IA es de pronto más fácil y segura de usar.
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