¿Cómo proteger la privacidad al sumar cloud a la sanidad?

Una de las grandes revoluciones tecnológicas de las últimas décadas ha sido la popularización de la nube. Que el cloud sea cada vez más accesible, seguro y eficiente está en el corazón de los grandes avances de la transformación digital. Es la pieza esencial que permite a las organizaciones y empresas conseguir alcanzar sus objetivos TI, la columna vertebral que soporta servicios y mejoras. Aun así, todavía algunos sectores no han integrado la nube tanto podrían o deberían. Es lo que ocurre con la sanidad.

El sector sanitario maneja información especialmente sensible de la ciudadanía y quizás por ello es más reticente a introducir algunos cambios. Según datos de IDC, el 54% de las empresas del sector sanitario todavía no cuentan con una estrategia de cloud madura.

Con todo, esta es una revolución en la que no se pueden quedar atrás. La nube abre muchas oportunidades y tiene demasiados beneficios como para desperdiciar su potencial. Como recuerda el informe The private cloud revolution —elaborado por analistas de IDC, patrocinado por T-Systems, VMWare y NetApp y que puede ser descargado gratis—, Europa ya está activando una serie de iniciativas para mejorar la infraestructura informática de la sanidad. Por ejemplo, usan la tecnología para una mejor respuesta a emergencias o para impulsar la sanidad digital. En este terreno, cuestiones como la ciberseguridad y el cloud son especialmente importantes.

A pesar de los temores de la industria sanitaria, esta apuesta demuestra que la sanidad del futuro pasará por el uso eficiente de las nuevas tecnologías. También confirma que se pueden usar estas herramientas en estos entornos, por muy sensible que sea la información que en ellos se maneje.

Las palabras clave para entender cómo debe ser la estrategia cloud en sanidad son flexibilidad, seguridad y adaptabilidad. La mejor vía para conseguir alcanzarlo pasa por usar cloud privado en una arquitectura de cloud híbrido, con ello se logra más control de datos, más escalabilidad y mejor rendimiento, al tiempo que se blinda la cuestión de seguridad.

Beneficios del cloud en la sanidad

Esta apuesta asienta, como recuerda un análisis de las voces expertas de T-Systems, el acceso a una serie de beneficios. El cloud no solo simplifica el almacenamiento de información o aligera la infraestructura TI, sino que además redunda en muchas más áreas.

De entrada, la apuesta por el cloud privado dota de más seguridad a la infraestructura y otorga a la organización mucho más control sobre los datos. Más allá de la compliance o del potencial beneficio reputacional (la ciudadanía perdona mucho menos la pérdida de información sensible y nada es más sensible que la información sanitaria), esto ayuda a prevenir riesgos de ciberseguridad.

Igualmente, existen muchas otras ventajas derivadas. Por ejemplo, abre la puerta a mejorar la experiencia de paciente, al optimizar la operativa diaria, al permitir una atención más rápida o al abrir la puerta a herramientas de apoyo para la atención médica. Todavía se está en una fase experimental con el uso de la inteligencia artificial en entornos sanitarios, pero su potencial es muy elevado en áreas como monitorización o estudio de imágenes médicas. Todo ello se conecta con una de las mejoras potenciales que esta apuesta cloud abre, la de optimizar la interoperabilidad de los datos y, con ello, aprovechar mejor la información.