Gran parte de los internautas desconocen que poseen el llamado derecho al olvido. Se trata de una potestad de todos los usuarios de Internet por la que se puede cancelar la difusión de información personal a través de la Red cuando ésta no se adecua a lo marcado por la normativa.
¿De dónde viene el derecho al olvido?
El origen del derecho al olvido se encuentra en una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. En ella se obligaba a Google a desindexar una noticia sobre el embargo de un usuario. Dicha información, publicada por La Vanguardia, hacía referencia a la medida tomada por la Seguridad Social debido a unos impagos, que se subsanaron tiempo después.
Aun saldada la deuda, la información continuaba ligada a su nombre. Por ello, el Tribunal tomó medidas en relación con el buscador, pero no contra la publicación, que no tuvo que eliminar la noticia.
¿Cómo se puede ejercer esta potestad?
Acogerse al derecho al olvido en Internet puede realizarse en dos casos:
- Por el paso del tiempo. Cuando una información forma parte del pasado y ya no se corresponde con la realidad.
- Datos informativos intrascendentes, pero que dañan la imagen de la persona.
Para ejercerlo, se deben cumplir unos requisitos. Esta información debe ser veraz, llevar mucho tiempo publicada, identificar a una persona concreta, carecer de interés y no pertenecer a un personaje público.
Si se dan estos condicionantes, es posible reclamar que no se indexe la información y también una indemnización por daños y perjuicios. Habitualmente, puede ejercerse mediante una petición extrajudicial al buscador o a la fuente. Google, incluso, dispone de formularios para poder ejercer el derecho al olvido. En caso de no tener éxito por este canal, existe la vía judicial para resolver este tipo de conflictos.
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