El advenimiento de las nuevas tecnologías de la información está propiciando un proceso de digitalización prácticamente común a todas las empresas. Si bien es cierto que en algunos sectores es fruto de su propia naturaleza y por ello, están experimentando una transformación mucho más intensa, no hay compañía que se escape a esta tendencia.
La digitalización aplicada a cualquier empresa de todo tipo se sector implica la adopción de diversas innovaciones técnicas, productivas o comerciales, propiciando una mayor productividad o una mejora en el acopio de la información, entre otras cosas. Las mejoras superan con creces a los esfuerzos necesarios para adaptarse con éxito. En este ámbito, el Chief Financial Officer (CFO) tiene un papel protagonista.
Sin embargo, no todas las empresas están preparadas para recibir con los brazos abiertos un proceso de digitalización. Por ello, en no pocas ocasiones, es necesaria una renovación de la estructura jerárquica de la empresa. Las oportunidades brindadas y los cambios propiciados por las nuevas tecnologías de la información son demasiado intensos como para que las jerarquías tradicionales de la empresa permanezcan invariables. Diversas empresas ya se han adaptado a esta nueva coyuntura dando lugar a estructuras de organización interna, sustitutas de la jerarquía tradicional, bautizadas como redarquías.
Adoptar la #digitalización implica renovar la estructura jerárquica de las #empresas Compartir en XLa redarquía como forma de organización de las empresas
Una redarquía se diferenciaría de una jerarquía tradicional en una desarticulación de la estructura lineal, de jefes inapelables y subordinados limitados a los mandatos de los primeros, algo muy habitual en las empresas anteriores a la digitalización. En una redarquía, aunque continúa habiendo figuras direccionales centrales y líderes, éstas tienen una capacidad de decisión más cercana a los terrenos concretos y diferenciados en los que opera la empresa. Esto se logra gracias a una comunicación más fluida e igual con empleados y subalternos.
De esta forma, desaparecen las directrices innegociables planificadas que, en ocasiones, están alejadas de realidad corporativa. Así, los departamentos dejan de ser cotos particulares para estar sujetos a diferentes sugerencias y aportaciones procedentes de otras áreas de la empresa.
En definitiva, las empresas de hoy en día ya no son lo que eran antes de la digitalización. Está claro que la próxima tendencia organizacional en la gran mayoría de las compañías digitalizadas pasará por la redarquización.
Deja tu comentario sobre "La digitalización y el cambio de la cultura organizacional de las empresas"