Hace ya muchos años que no nos asustamos si vemos un objeto volador que no es un avión, puede ser más o menos grande y en ocasiones hace bastante ruido (si está lo suficientemente cerca como para que lo oigamos). ¿Es un pájaro? ¿Es un avión? Sabemos que no —y que tampoco es Supermán—: es un dron. Se usa desde para hacer vídeos panorámicos hasta para la entrega de paquetes, pero ¿sabías que también pueden revolucionar el entorno médico?
Uno de los ejemplos más llamativos y exitosos se dio en la República Dominicana, donde en 2020 un proyecto piloto usó drones para enviar y recoger muestras de sangre y medicamentos en pueblos rurales de difícil acceso. Fueron un total de 167 vuelos y la conclusión principal fue que el proyecto había sido un éxito. Pero no hay que ir tan lejos: tras una serie de pruebas este año en el hospital de Olot, Cataluña empezará a usar drones en centros sanitarios en 2025.
¿Qué se consigue? ¿Qué se envía? Los datos de la prueba de Olot fueron bien claros: el envío de analíticas de sangre (de los centros de salud al hospital) por dron redujo el tiempo de transporte un 43 % y las emisiones de CO2 a la atmósfera un 80 %. El sistema puede resultar útil tanto para las zonas rurales de difícil acceso como para los entornos urbanos, ya que reduce los tiempos y no contribuye a aumentar el tráfico de las ciudades.
Según el informe presentado tras las pruebas, el uso de drones en entornos sanitarios facilitará las cosas en tres áreas principales. En primer lugar, será un apoyo importante en la logística del transporte sanitario. Es decir, se podrán enviar mediante dron desde muestras biológicas y de tejidos hasta medicamentos o incluso dispositivos médicos. Otro de los ámbitos en los que los drones podrán ayudar mucho será el de las emergencias sanitarias. Ese transporte de dispositivos médicos o terapias farmacológicas puede llegar más rápido que una ambulancia a algunos lugares y ser decisivo en la salud del paciente. Además, incluye también la incorporación de soluciones de telemedicina. Por último, los drones podrían ser utilizados también en el área de aplicabilidad clínica. Es todavía un terreno en fase incipiente, aunque se han encontrado pruebas de concepto relacionadas con la mejora del desarrollo cognitivo.
En T-Systems sabemos lo importante que puede ser para el sistema sanitario y, por lo tanto, la salud de la población, que se popularice el uso de drones para situaciones como esta. Por esta razón, a principios de junio participamos en la jornada Integración de drones en el entorno de salud. Fue ahí donde realizamos ese primer vuelo de un dron transportando muestras biológicas desde el ABS de la Vall d’en Baas al Hospital de Olot. Un ejemplo perfecto de integración de tecnología y salud que, además, ayuda a reducir la huella de carbono, aumentando la sostenibilidad. Esperemos que dentro de no mucho, cada vez que veeamos un dron, lo primero que pensemos sea que dentro lleva muestras, medicamentos o dispositivos que mejorarán la salud de alguien.
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