IA para la detección precoz del cáncer de mama

La Inteligencia Artificial aplicada a la medicina es una de las mejores noticias del siglo XXI, junto con todas las nuevas tecnologías que se suman a este campo como, por ejemplo, la impresión 3D, la realidad virtual y la realidad aumentada. ¿Es la esperanza para la detección precoz del cáncer de mama?

Dentro de la inteligencia artificial nos encontramos con los algoritmos de machine learning que nos permiten, entre otras cosas, la detección precoz del cáncer de piel, uno de los más graves. Esto se consigue gracias al entrenamiento que reciben los algoritmos específicos y que, con gran acierto, permiten reconocer el melanoma a tiempo para poder ser tratado.

Pues bien, las aplicaciones de los algoritmos de machine learning para la detección de cáncer se extienden al cáncer de mama, el tumor más frecuente entre las mujeres. Cada hora, tres mujeres en España son diagnosticadas de cáncer de mama, y se detectan entre 26.000 y 27.000 nuevos casos cada año en España. Hoy, es la principal causa de mortalidad en mujeres entre los 35 y los 50 años.

La revisión mediante mamografías es la manera más eficaz de detectar a tiempo este tumor. La detección precoz es la mejor aliada de las mujeres que padecerán la enfermedad y, precisamente, ahí es donde los nuevos avances en inteligencia artificial entran en juego y nos proporcionan valiosas herramientas.

Investigadores del Laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT y del Hospital General de Massachusetts han creado un nuevo modelo de Deep learning capaz de predecir, a partir de una mamografía, la probabilidad de que una paciente desarrolle cáncer de mama en un lapso de cinco años.

Para lograr este hito, los investigadores entrenaron al modelo con mamografías de más de 60.000 pacientes, con el objetivo de que los algoritmos «aprendiesen» los cambios sutiles en los tejidos que llevan, con el paso del tiempo, a formar tumores malignos. Es decir, se entrenó al modelo de Deep learning para identificar las mamografías previas que probablemente devendrán en tumores malignos al cabo de unos años.

La detección precoz es clave para salvar la vida de las pacientes, pero además lleva a recortar gastos médicos derivados de los tratamientos agresivos que, de no detectarse a tiempo, hay que emplear para erradicar la enfermedad. Los avances en inteligencia artificial y en otras áreas, como la genética o el radiodiagnóstico, son una gran ayuda para tratar esta enfermedad tan devastadora.

La mayor ventaja de estas nuevas técnicas de diagnóstico es que se pueden personalizar. Es decir, tratar cada caso como único —o, al menos, agrupar a mujeres que tengan las mismas características— y personalizar las pruebas, el lapso entre ellas, y recomendar pruebas adicionales a otras mujeres, si fuese necesario. Esa personalización supone un gran avance con respecto al enfoque único para todas las pacientes.