La pandemia puso de relevancia dos cosas: la importancia de contar con un sistema sanitario fuerte y robusto y la necesidad de digitalización de todos los sectores. Ambos aspectos no son excluyentes. Para ese sistema sanitario a prueba de crisis, la digitalización es clave. Y ese es uno de los objetivos a los que se destinarán los fondos europeos.
Según anunció el Ministerio de Sanidad el pasado mes de mayo, entre 2021 y 2023 se invertirán 1.069 millones de euros provenientes de los fondos europeos de recuperación en la mejora y ampliación del Sistema Nacional de Salud (SNS). La digitalización sanitaria supone una parte muy importante del plan, aunque no se ha anunciado la cuantía exacta que se destinará a esta cuestión en particular.
Digitalizar el sistema de salud va mucho más allá de lo que fue más visible durante la crisis de la covid-19, facilitar la atención online en los casos en los que esta opción sea la más conveniente. La digitalización sanitaria es transversal a todo el SNS y, en la estrategia presentada por el Gobierno, consta de tres grandes líneas: la analítica de datos y explotación de la información, con la creación de un espacio nacional de datos sanitarios que permita el uso de la inteligencia artificial en el sector de la salud; impulsar la salud digital, construyendo sobre la base ya creada con la tarjeta sanitaria, las recetas electrónicas y la historia clínica digital; y, por último, el desarrollo de los Servicios Públicos Digitales en el SNS, que permitirán una gestión más eficiente de la capacidad asistencial.
El proyecto es ambicioso y está lleno de retos. Entre ellos, se encuentra el de la manipulación y explotación de esa cantidad ingente de datos, para lo que hace falta una mejora de la eficiencia y la revisión y unificación de las aplicaciones antiguas que ya existen y que en muchos casos —al tener muchos años y ser muy diferentes entre ellas— ralentizan toda la operación. Desarrollar las aplicaciones e infraestructuras adecuadas, que garanticen la conectividad, fluidez y seguridad de la información, permitirá construir ese ecosistema digital centrado en el paciente y dejar atrás sistemas que en su momento fueron revolucionarios pero que han quedado obsoletos.
Para superar todos estos retos y lograr que esos fondos europeos destinados a la digitalización sanitaria no caigan en saco roto, es necesario un abordar la tarea con un enfoque integral que tenga en cuenta la conectividad, la digitalización, la nube e infraestructuras y la seguridad de los datos sanitarios. Solo así se logrará una reforma que realmente logre aprovechar todos los beneficios de la salud digital: mejor asistencia, el uso de la inteligencia artificial para diagnósticos más rápidos y certeros y para la investigación, menos burocracia, etc.
«Espero que con la pandemia hayamos aprendido a adelantarnos a las necesidades en campos como el de la #eHealth 🩺» Pablo Camba en el @DES_show#DES2021 #PeopleMakeItHappen pic.twitter.com/QtZ3NGFtzh
— T-Systems Iberia (@TSystems_Iberia) May 20, 2021
T-Systems, con más de 40 años de experiencia en el desarrollo y suministro de soluciones informáticas para el sector sanitario, puede ayudar a ese abordaje integral que empieza con un análisis exhaustivo de lo que ya hay y lo que se quiere lograr. De la mano de la inyección que proporciona el Fondo React-EU de la Unión Europea, el SNS puede por fin caminar hacia el futuro con paso seguro.
Deja tu comentario sobre "Los fondos europeos y la digitalización sanitaria"