La transformación digital es, a estas alturas, imprescindible en todos los sectores, no solo como estrategia para poder seguir siendo competitivos, sino para poder cumplir con los requisitos exigen las regulaciones medioambientales.
Ya todo el mundo tiene claro que la sostenibilidad es imposible sin la digitalización, pero no todas las industrias van al mismo ritmo en sus procesos de transformación. El sector agroalimentario —que según un informe de McKinsey de 2015 era, de una lista de 22 industrias, la menos digitalizada— lleva años dando también sus pasitos en esta dirección.
Como explica Pedro Pérez, Client Account Executive Public Sector, primero fue la robótica, luego la tecnología satelital y después la tecnología 5G, que aceleraba los procesos. Ahora, para que esos procesos sigan mejorando, es el momento de que el sector agroalimentario empiece a aprovecharse también de la inteligencia artificial (IA).
¿Cómo aplicar la IA en el sector agroalimentario?
Las aplicaciones de la IA en el mundo agroalimentario son múltiples y de lo más variado, como muestran algunos los ejemplos que ya están en marcha: desde controlar los sistemas de regadío para adaptarlos a las necesidades de los cultivos (a través de sensores, de imágenes por satélite, de la previsión meteorológica) hasta detectar plagas o necesidades nutricionales en las distintas plantas, pasando por la gestión de toda la logística adaptada a las expectativas de producción y de demanda. Utilizar los recursos de un modo más inteligente y sostenible cuando las sequías son frecuentes es más importante que nunca para evitar que los distintos cultivos se echen a perder (y para cumplir con las limitaciones en el uso del agua).
Los usos, en definitiva, son casi infinitos, limitados únicamente por la imaginación. Todos los procesos son susceptibles de ser mejorados a través de la recolección de datos y de un tratamiento que permita automatizar o agilizar procesos y, sobre todo, tomar decisiones. La IA podría, por ejemplo, decir cuándo un fruto estará listo para ser recolectado o ayudar a cuidar el bienestar animal gracias a la monitorización y a la detección de anomalías en el comportamiento de los miembros de un rebaño.
Como en cualquier sector que busque implementar la IA en su día a día y empezar a beneficiarse de sus ventajas, en la industria agroalimentaria es también clave rodearse del equipo adecuado. Este equipo será quien pueda ayudar a la empresa a idear casos de uso en los que esta tecnología (y otras) tenga el potencial de llevar la actividad agrícola o ganadera hacia un nuevo nivel, y diseñar una hoja de ruta totalmente personalizada.
Desde T-Systems Iberia ya estamos haciéndolo. «T-Systems está contribuyendo a la transformación digital del sector agroalimentario, sobre todo basado en dos pilares fundamentales: el pilar de la política agraria, de los objetivos de la política agraria, sumado a los objetivos de la sostenibilidad 2030», explica Pedro Pérez. En esta transformación, «ponemos al sector, a la persona, al ganadero, al agricultor en el centro». La industria agroalimentaria no tiene por qué ser la última de la lista.
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