La medicina se encuentra en mitad de una verdadera revolución tecnológica que puede suponer un cambio radical tanto en la detección como en el tratamiento de enfermedades. En ello es fundamental el papel de Internet de las Cosas (IoT), ya que facilitar la interactividad con los objetos y la comunicación ha hecho posible un nuevo modelo de medicina, el ehealth.
En este proceso de transformación digital se están dando avances que hace tan solo unos años parecerían ciencia ficción. Existen ya implantes que nos permiten recoger información sobre el estado de salud y las constantes vitales de los pacientes.
Implantes internos
La investigación en torno a los implantes internos gira sobre la posibilidad de crear interfaces que puedan funcionar gracias a las ondas cerebrales. La interfaz sería capaz de interpretar las señales del propio cerebro y transformarlas en órdenes. Un gran avance que permitiría a los pacientes que sufren de algún tipo de discapacidad motora poder realizar movimientos por sí mismos.
La comunicación es también otro de los ámbitos en los que estos implantes internos pueden mejorar considerablemente la vida de los pacientes. Existen casos en los que, por medio de una interfaz que interpreta las ondas cerebrales, se ha conseguido que enfermos de ELA incapacitados para poder emitir sonidos hayan conseguido comunicarse a través de un programa mecanográfico.
Implantes externos
En este sentido, los implantes están ya a la orden del día. Estos no son otras cosas que dispositivos como las pulseras y relojes inteligentes. Objetos que tienen la capacidad de monitorizar a los pacientes y controlar ciertos aspectos de su salud. Así, por ejemplo, cualquier anomalía en el ritmo cardíaco puede ser detectada, de la misma forma que también se puede tener una información detallada del estilo de vida. Información que permite a los profesionales de la salud diagnosticar y prevenir enfermedades.
Las pulseras y relojes inteligentes ayudan a controlar ciertos aspectos de la #salud Clic para tuitear
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