El avance de la presencia de la inteligencia artificial (IA) en el terreno sanitario parece ya un hecho irreversible. La mayoría de los directivos del sector es consciente de las innumerables ventajas y utilidades prácticas de su implantación. Por ello, es sólo cuestión de tiempo para que la inteligencia artificial ocupe un lugar preferente.
¿Cómo ayuda la inteligencia artificial al sector sanitario?
Las ventajas de instrumentalizar la inteligencia artificial son palpables en ámbitos como la radiología y la oncología. Gracias a ella, se pueden interpretar imágenes 3D, que permiten el reconocimiento de tumores con una probabilidad de acierto de entre un 40-50% más que por parte del personal médico.
Los wearables permiten el tratamiento de enfermedades crónicas y no agudas, que precisan de un cercano seguimiento por parte del médico. Se automatiza la renovación de las prescripciones en función de la información sobre el paciente (en el caso de la diabetes, por ejemplo) y las visitas periódicas a la consulta podrían verse sustituidas por la actualización del estado del paciente a través de una app.
La tendencia apunta a que seguirá creciendo. De hecho, casi un 60% de las organizaciones sanitarias estadounidenses tienen previsto adoptar tecnologías de inteligencia en los próximos cinco años. Para los encuestados, las principales repercusiones de la innovación tendrán lugar en la salud poblacional, las decisiones clínicas, los diagnósticos y la medicina de precisión.
La implantación de la #inteligenciaartificial en el sector sanitario es todo un éxito Clic para tuitear
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