No existe nicho de mercado que no pueda ser mejorado gracias a la transformación digital, pero, para algunos verticales, la digitalización resulta más crucial incluso que para la media. Es lo que ocurre con el sector logístico, que tiene en la tecnología la llave para ser más competitiva pero también para solventar aquellos puntos negros de su operativa actual.
El último estudio sobre cómo la digitalización mejorará las cosas y servirá para responder a los grandes retos de esta industria es el informe La revolución tecnológica de la logística y el transporte: situación actual y aceleración de la transformación digital del sector, elaborado por T-Systems y UNO. «El estudio parte de un escenario convulso global que ha obligado a las empresas a implantar una omnicanalidad real, con la vista puesta en el impacto en el medio ambiente», explica Fernando Pareja, Head of Sales, Services & Logistics Business Unit de T-Systems Iberia.
Estas compañías no solo se enfrentan a ese entorno macroeconómico complejo que está marcando las decisiones corporativas a todos los niveles y los patrones de consumo, sino que además han visto cómo el ecommerce vivía un boom —con los meses del confinamiento como el momento cumbre del pico de la demanda, uno que les demostró que necesitan estar siempre preparadas para lo impensable— o cómo ha aumentado la conciencia sostenible. Al mismo tiempo, deben encontrar vías para seguir siendo rentables.
Ese es el entono que marca cuáles son los grandes retos del sector. Como explica Pareja, está llevando a que las compañías «dividan sus esfuerzos en dos bloques: el mantenimiento de la eficiencia operativa, imprescindible para poder atender a la dinámica del mercado en general, y la búsqueda de nuevas formas de trabajar y desarrollar modelos de negocio». En este último terreno, compartir datos sería la base de la pirámide.
Retos y soluciones
Pero ¿qué es lo que marca de forma concreta la agenda de la industria logística? El informe ha señalado cuatro líneas fundamentales.
Por un lado, está la necesidad de evolucionar hacia un modelo de negocio más sostenible, reduciendo la dependencia del petróleo y preparándose para los cambios normativos que ya se están perfilando en Europa. Por otro, deben conseguir una visibilidad y control completos de la cadena de suministro, lo que se podría llamar una «visibilidad 360º» con una afinada trazabilidad de los envíos. Igualmente, es importante la generación de información de valor y obtener una ventaja competitiva, ese elemento que aumentará la eficacia empresarial.
Las herramientas IT son clave para responder a estas cuestiones y para llevar a las empresas al siguiente nivel. «Uno de los problemas que nos encontramos cuando hablamos de digitalización e innovación en las empresas del sector, que presenta una alta complejidad, es saber dónde ubicar tanta tecnología», reconoce el director gerente de UNO, Rafael Aguilera. Por eso, es importante establecer una estrategia sólida y bien enfocada, pero también tener muy presente qué tecnología debería ser prioritaria.
Entre las soluciones transformadoras, las tecnologías Cloud, las de Analítica de Datos y las de Ciberseguridad se perfilan como las que podrían tener un impacto transformador mayor para esta industria. Ayudarían a responder a sus retos principales y también a ser empresas mucho más robustas. Es decir, son las herramientas prioritarias que sientan la base de una estrategia inicial de digitalización. Por ejemplo, la ciberseguridad es fundamental para una industria que necesita datos personales muy sensibles para ser operativa.
Al mismo tiempo, otras herramientas, como el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), la inteligencia artificial o el 5G ayudarán a pasar al siguiente nivel y a lograr mejores resultados. Son las soluciones que dan valor, ese valor añadido que la industria logística anhela.
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