La información se ha convertido en una pieza fundamental de la estrategia de negocio, por lo que los departamentos de TI han tenido que ajustar infraestructuras, herramientas y soluciones para responder a las necesidades corporativas y mantenerse siempre eficientes. Los datos ayudan a tomar mejores decisiones y permiten posicionarse mucho mejor.
Aun así, también la puerta a nuevas complicaciones. Por un lado, está la cuestión de la seguridad. La información que es valiosa para las empresas es también particularmente jugosa para los cibercriminales y las compañías deben hacer un esfuerzo para blindarla. Por otro, están las cuestiones de compliance, ya que los diferentes cuerpos legislativos han estado afinando las leyes para que protejan a la ciudadanía en este nuevo contexto. De hecho, los cambios legislativos han sido uno de los elementos que más han impactado en la estrategia de datos de las empresas en los últimos años y que les han obligado a ajustar sus estrategias.
La ley de protección de datos de la Unión Europea fue una de las grandes pioneras, pero la UE no ha terminado ahí sus cambios normativos. Acaba de entrar en vigor la ley de datos, conocida igualmente como la Data Act por su nombre en inglés. Nuevamente, las corporaciones necesitan comprender qué reclama Europa y cómo deben ajustar su operativa.
Esta ley, como explicaba al hilo de su entrada en vigor la Comisión Europea en una nota de prensa, define «los derechos de acceso y uso de los datos generados en la UE en todos los sectores económicos y facilitarán el intercambio de datos, en particular los industriales». «A través de una legislación sobre datos bien definida, damos al usuario el control del intercambio de datos generados por sus dispositivos conectados, garantizando al mismo tiempo la protección de los secretos comerciales y salvaguardando el derecho fundamental europeo a la privacidad», afirma la vicepresidenta ejecutiva para una Europa Adaptada a la Era Digital, Margrethe Vestager.
La normativa ha entrado en vigor a mediados de enero, pero aún tiene 20 meses para su aplicación.
Los cambios normativos
¿Qué es lo que modifica la Data Act? Según apunta la propia Unión Europea, la normativa da más acceso a los datos generados por sus productos conectados a la ciudadanía y abre la puerta a que los servicios públicos puedan usar datos privados en emergencias.
Al mismo tiempo, crea un nuevo marco para las empresas en lo que a uso de datos y acceso a servicios se refiere. En el entorno corporativo, la nueva ley quiere simplificar el cambio de proveedores cloud para los usuarios finales (y, recuerda la Comisión, que el proceso sea eventualmente gratis).
Lo hacen, prometen, para favorecer la competencia y la elección en el mercado. «Cualquier empresa europea puede combinar servicios de datos de diferentes proveedores cloud y beneficiarse de las vastas oportunidades del mercado de la nube de la Unión Europea», ejemplifican. La norma también quiere «proteger a los negocios europeos de datos contractuales poco justos en data sharing». Como recuerdan en un análisis de Forrester, la clave está en la interoperabilidad.
Para las compañías, la entrada en vigor de la normativa obliga a hacer ajustes. Como apuntan desde Forrester, las empresas deben asegurarse de que tienen un control sobre sus datos: el quién tiene acceso, qué se captura o qué se permite hacer con esa información. No menos importante es adelantarse a las potenciales peticiones de la ciudadanía. Estos meses son el tiempo para preparar cómo se respondería a una de esas peticiones de datos que la normativa permite. Valorar riesgos y considerar las oportunidades que abre la norma es crucial, como lo es que todos los miembros de la ejecutiva sepan qué supone y qué implica.
Deja tu comentario sobre "Lo que acaba de implementar la Data Act"