En los últimos años, la popularidad de la inteligencia artificial (IA) ha ido en aumento. Si hace no tanto tiempo la IA era una solución que impactaba sobre todo en las empresas y en sus áreas más tecnológicas, ahora se ha convertido en un elemento transversal. Sus potenciales usos y beneficios se dejan notar en cada vez más áreas y para más públicos. Por eso, la ciudadanía tiene una relación cada vez más directa con ella.
El acceso a herramientas IA se ha normalizado y lo que hace unos años semejaba casi de película de ciencia ficción ha pasado a ser cuestión del día a día. Las personas experimentan incluso con la llamada inteligencia artificial generativa, esa que crea contenidos desde cero. La sofisticación creciente de estas soluciones ha llevado a que sus resultados sean más afinados y que se recurra a ellas para cuestiones que antes se dejaban en manos de tecnologías que ahora parecen más tradicionales.
Eso es lo que ocurre con las dudas, consultas y preguntas. La ciudadanía está aprovechando cada vez más la sabiduría de la IA para resolver aquello que necesita. Eso está cambiando ya como se navega online y podría desplazar a herramientas que ahora resultan fundamentales.
IA generativa vs buscadores
Una de las últimas estimaciones sobre este futuro de cambios llega desde Gartner. Según los datos de la consultora, el tráfico de los buscadores de siempre caerá en un 25% para 2026. La razón estará en los asistentes virtuales y otros chatbots alimentados con IA, que serán a quienes recurrirán cada vez más los internautas para resolver dudas.
«Las soluciones de IA generativa se están convirtiendo en herramientas sustitutas para respuestas, reemplazando las preguntas de los usuarios que antes se ejecutaban en los motores de búsqueda tradicionales», apunta Alan Antin, vicepresidente analista en Gartner. Esto es, se está ya migrando cómo se encuentran las cosas y en quién se confía para resolver dudas.
La consultora cree que esto cambiará el marketing digital, puesto que una parte muy importante de lo que se hace a la hora de posicionar a las marcas y sus productos está muy conectado con lo que se busca en la red.
Igualmente, podría tener un efecto dominó en otras áreas del marketing online, puesto que la popularidad de la inteligencia artificial generativa implica también que se produzcan más contenidos con esta solución. A medida que internet va siendo inundado con contenido generado por IA, los buscadores tradicionales intentan separar con más eficiencia lo humano de lo que no lo es en una búsqueda por ofrecer resultados de más calidad.
Una transformación en la percepción
Pero lo cierto es que todos estos datos tienen otra lectura más que pueden hacer las marcas sobre el papel de la IA generativa, puesto que está confirmando que los consumidores confían más en ella. A medida que afina sus resultados y que logra ser más precisa y acertada, cada vez más personas se sienten cómodas recurriendo a ella.
Es una cuestión de eficiencia: si la IA logra conectar mucho mejor y más rápido con lo que se necesita, pasa a ser el primer paso para gestionar las cosas. Con un ejemplo se entiende mejor: si la inteligencia artificial es capaz de seleccionar los tres bolsos de viaje que mejor encajan con lo que se busca, el consumidor recurrirá a eso en vez de navegar por la avalancha de contenidos que ofrece su tienda online de referencia.
Eso obligará a las empresas a comprender más y mejor cómo usar la IA en sus negocios y también a afianzar sus infraestructuras TI para lo que eso implica.
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