Entre las bases para el éxito de una empresa está, sin duda alguna, la calidad de los productos o servicios que ofrece, pero está lejos de ser lo único que cuenta. Una compañía puede tener el mejor producto del mercado o ser quien ha perfeccionado más determinado servicio y, aun así, fracasar en su negocio.
Influyen otros factores, como la relación calidad-precio, la inversión en marketing o dónde estamos en comparación con nuestros competidores. Y es determinante también la experiencia del cliente: ¿es fácil comprar? ¿es un proceso en el que todas las necesidades del cliente están satisfechas? Se pueden lograr ventas con una mala experiencia del cliente —aunque serán menos—, pero es muy raro que ese cliente repita. La experiencia del cliente es clave para la fidelización. Y es algo a lo que también puede ayudar el cloud.
Trasladar una empresa a la nube significa que todos los procesos que se pueden digitalizar se digitalizan. A través del cloud, esos procesos pueden ser monitorizados y controlados a distancia y por distintos agentes implicados. En el caso del cliente, puede significar, por ejemplo, que sepa siempre dónde está esa pieza que ha pedido o en qué estado se encuentra el componente cuya fabricación ha encargado. También, gracias al cloud, puede obtener previsiones más exactas sobre cuánto tardará algo si lo adquiere, lo que le permitirá tomar una decisión de compra más acertada. El proceso de pago será también más sencillo y la atención posventa más fluida y eficaz.
El cloud influirá también en el propio funcionamiento de la empresa en aspectos que no tienen que ver directamente con el cliente, pero que tienen igualmente una repercusión; al fin y al cabo, si una empresa no funciona bien de forma interna (por ejemplo, si tiene fallos o retrasos en la fabricación de su producto) esto acabará impactando también al cliente. Con el cloud, todos esos procesos pueden estar más controlados y ajustados, lo que permite reducir el margen de error.
Por supuesto, para que el cloud ayude realmente a la mejora de la experiencia del cliente, debe funcionar bien. No vale cualquier nube; un proceso de digitalización realizado de forma improvisada, que no esté hecho a la medida de la empresa o que se aloje en una nube poco robusta, creará más problemas de los que solucione. Asimismo, un mal diseño que complique las cosas al cliente empañará su experiencia y dificultará la compra final.
La experiencia de T-Systems con distintos sectores nos permite desarrollar un cloud perfectamente diseñado y adaptado a las distintas necesidades de cada empresa. Además de nuestra propia experiencia, la asociación con distintos partners nos permite llevar todo el proceso de transformación digital de principio a fin: desde su ideación y diseño, hasta su mantenimiento y actualización, pasando por la propia implementación de todos y cada uno de los nuevos procesos. Los clientes finales notarán que todo es más fácil y rápido, que lo que adquieren es de mejor calidad y, cuando necesiten algo similar, no dudarán en volver.
Deja tu comentario sobre "Así mejorará el Cloud la experiencia del cliente"