Definir qué es Plataforma como Servicio, o PaaS, es complicado. No existe una definición canónica y concreta, y normalmente se describe como una plataforma de alojamiento en la nube con un conjunto de herramientas de automatización para despliegue y escalado, para la gestión de aplicaciones y DevOps que pueden ejecutarse en una infraestructura compartida o en las instalaciones.
Otra definición más concisa es que PaaS es un modelo de cloud computing en el que un proveedor entrega herramientas de hardware y software a los usuarios a través de Internet. Se trata, por lo general, de herramientas que son necesarias para el desarrollo de aplicaciones. Lo que sí es común es que un proveedor de PaaS alojará el hardware y el software en su propia infraestructura, liberando así a los desarrolladores de tener que instalar esos recursos para poder desarrollar o ejecutar una nueva aplicación.
PaaS no reemplaza toda la infraestructura informática de una empresa para el desarrollo de software, sino que la necesaria para esos desarrollos se va a proporcionar a través de la infraestructura alojada de un proveedor de servicios en la nube.
PaaS puede ser entregada a través de nubes públicas, privadas e híbridas para ofrecer servicios como el alojamiento de aplicaciones y el desarrollo. Otras aplicaciones habituales de PaaS serían:
- Colaboración del equipo de desarrollo.
- Diseño y desarrollo de aplicaciones.
- Prueba y despliegue de aplicaciones.
- Integración de servicios web.
- Seguridad de la información.
- Integración de base de datos.
La principal ventaja de PaaS es la simplicidad y la conveniencia. Los usuarios pueden acceder a la infraestructura facilitada por el servicio desde cualquier lugar a través de un navegador web. Por otro lado, como sucede en otros servicios en el Cloud, la capacidad de pago por uso permite a las empresas controlar mucho mejor los costes, ahorrando mucho en infraestructura.
Por otro lado, una interrupción del servicio u otra alteración de la infraestructura puede afectar negativamente a los clientes y generar lapsos de productividad nula que serán costosísimos. No es frecuente, dado el nivel de exigencia de los SLA actuales.
Otro problema que puede surgir con PaaS es el conocido como «vendor lock-in», ya que los usuarios no pueden migrar fácilmente muchos de los servicios y datos de un producto de PaaS a otro producto de la competencia.
No es un servicio muy flexible ante cambios internos. Por ejemplo, si se cambia el lenguaje de programación o se opta por cambiar las herramientas de desarrollo. Estos cambios pueden impactar negativamente en los usuarios.
En resumidas cuentas, PaaS ofrece a los desarrolladores una abstracción suficiente acerca de la infraestructura subyacente que les permite desarrollar sus aplicaciones, probarlas y verificarlas en entornos seguros, con todas las ventajas de los servicios en la Nube.
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