La primera persona que imaginó algo parecido a lo que hoy entendemos como programación fue una mujer, la matemática Ada Lovelace, a mediados del siglo XIX. En otros momentos de la historia, como durante la segunda guerra mundial, el trabajo de las mujeres en el mundo de la tecnología fue también fundamental: el 75% de las personas que trabajaban en Bletchey Park descifrando códigos eran mujeres. Sin embargo, con el paso de las décadas y la importancia económica que fue cobrando la tecnología, el sector se masculinizó. Pese a todos los esfuerzos por cambiarlo, las mujeres ocupan solo el 22% de los puestos TIC en las empresas europeas.
¿Por qué es clave cambiarlo? Más allá de la evidente necesidad de acabar con una brecha de género más, la presencia de las mujeres es clave en el mundo de la tecnología para asegurarse de que los distintos desarrollos tienen en cuenta a la mitad de la población y no cometen sesgos invisibles para muchos hombres. Un ejemplo claro son, por ejemplo, los asistentes virtuales por voz: por defecto, su voz es femenina, que siempre se lee como más amable y servicial. Un caso reciente es el del asistente de OpenAI, creado —sin permiso— para imitar la voz de Scarlett Johansson en Her y que en la presentación parecía coquetear con Mira Murati, CTO de la compañía.
Los equipos poco diversos se notan en los resultados de lo que se diseña y fabrica. Por ejemplo, las mujeres son más susceptibles de marearse al usar dispositivos de realidad virtual. ¿Se hubiese ajustado mejor la tecnología si en el equipo de desarrollo y en las pruebas hubiese habido más mujeres? También es reseñable lo poco preparados que estaban en Meta para las situaciones de acoso sexual sucedidas en el metaverso.
Impulsar el talento femenino en el mundo de la tecnología es clave: según un informe de Esade, solo un 13% de las personas matriculadas en Informática son mujeres. La brecha viene ya desde la educación básica: según el mismo informe, «ya en 4.º de Primaria, las niñas presentan una probabilidad un 15% menor que los niños de considerar las matemáticas como su materia preferida, y entre 8 y 9% menor de considerarse buenas, aprender rápido, o disfrutar».
En T-Systems Iberia estamos muy comprometidos con la importancia de impulsar el talento femenino en el mundo de la tecnología. Por esta razón, recientemente celebramos las jornadas Girls in Tech en Barcelona y en Granada, para animar a las asistentes, jóvenes adolescentes, a optar por carreras relacionadas con la tecnología. En las jornadas, además de participar en distintos workshops, escucharon las charlas de distintas mujeres que trabajan en T-Systems.
Las jornadas se incluyen en el marco del tercer plan de igualdad de T-Systems Iberia, firmado en 2022 y que cubre el período 2022-2026. El objetivo de la compañía, en la que las mujeres constituyen un 30 % de la plantilla, es ir año a año reduciendo la propia brecha de género interna.
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