Los objetivos de las autoridades en lo que a la implantación del coche eléctrico corresponde son muy ambiciosos. En España, el Gobierno quiere que circulen en 2030 5 millones de vehículos eléctricos, una cifra elevada si se compara con los 250.000 que se espera que lo hagan el año que viene. Si se cumplen estas previsiones, supondría electrificar el 16% del parque automovilístico. En Europa, se acaba de cerrar un acuerdo para prohibir la venta de coches y furgonetas con vehículos de combustión a partir de 2035.
Las razones para apostar de forma tan clara por cambiar el patrón de movilidad están conectadas con el impacto que los coches tienen en el cambio climático. De hecho, la prohibición europea —que se alcanzó en octubre— fue señalada por los medios como el primer gran paso para llegar al objetivo comunitario de neutralidad climática para 2050.
Algunas estadísticas apuntan que no solo el transporte es uno de los principales emisores de CO2, sino que además los coches son una parte crucial de ese aporte. El 60,6% de las emisiones del transporte vienen de los automóviles, lo que supone la quinta parte de todas las que emite la Unión Europea.
Cambiar de rumbo resulta crucial, pero para ello los coches eléctricos deben ser accesibles, atractivos y, sobre todo, fáciles de usar. Sus usuarios deben ser capaces de encontrar sin mucho problema puntos de recarga y demás elementos de infraestructura que les permitirán usar sus vehículos. Para conseguirlo, la tecnología es fundamental. Si se quiere que estos coches tengan éxito, administraciones, proveedores y fabricantes deberán apostar por la digitalización.
En resumidas cuentas, la digitalización será clave para el éxito del coche eléctrico.
Soluciones para el salto a la e-movilidad
La propuesta de T-Systems se llama Ambika y responde, justamente, a todas esas necesidades tecnología mediante. Lo hace todo más sencillo, más accesible y más fácil.
«Con Ambika, nuestra completa solución, posibilitamos conseguir los objetivos de la transición en movilidad un roll-out rápido y con una experiencia de usuario moderna», asegura Andreas Greis, responsable de Digital Solutions de T-Systems. «El prerrequisito básico es una amplia aceptación de la e-movilidad, entre proveedores y usuarios», añade, recordando que su propuesta emplea un «concepto de solución modular» lo que hace que sea compatible con un amplio abanico de plataformas y tecnologías.
Ambika es una solución lista para usar, que se puede implementar en cualquier espacio. Allá donde estén los conductores —y sus vehículos eléctricos— puede estar esperándolos. Aeropuertos, hoteles o supermercados son algunas de las áreas en las que se puede posicionar: el usuario solo debe llegar, enchufar su vehículo y cargar su batería. El proceso de pago es igualmente simple, por lo que todo el proceso se realiza sin ningún tipo de cuello de botella.
Además, Ambika es muy fácil de usar, lo que hace que una solución apropiada a las necesidades de muchos potenciales mercados. Para los proveedores garantiza que se ofrece un buen servicio y para los usuarios finales que se tiene una excepcional experiencia de uso. De hecho, su potencial no es algo teórico: Telekom ya lo desplegado en 160 puntos de recarga por diferentes lugares de Alemania.
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