Cuando se piensa en experiencia de usuario y en el empleo de las TIC para hacer todo mucho más fluido y usable, se suele pensar en los consumidores finales con los que quiere conectar la empresa. Tiene mucha lógica: en un mundo altamente digitalizado, estos canales son cada vez más importantes para captar, retener y convertir a los consumidores. Una app complicada de usar, una tienda online que se cuelga, un servicio para compartir datos que falla o una herramienta para acceder a una funcionalidad que requiere un cursillo previo son lastres que ninguna compañía se puede permitir.
Sin embargo, no se debe olvidar en la ecuación otro elemento importante, el de los propios empleados de la compañía. La experiencia de usuario importa tanto para fuera como para dentro de la empresa. En realidad, lo que importa en este último caso es bastante paralelo a lo que lo hace en el primero. Una buena experiencia de usuario simplifica las cosas, hace más fácil el trabajo y ayuda a mantener la felicidad de la plantilla. Ahora que se habla tanto de retener el talento y captar al que es más valioso, todo esto se vuelve todavía más valioso e importante.
De hecho, como acaba de apuntalar un estudio que publica Silicon, la experiencia digital del empleado es fundamental en la retención de talento. Los máximos responsables de las empresas ya empiezan a visualizarlo: un 91% reconoce que ofrecer experiencias más avanzadas es fundamental a la hora de cubrir las necesidades de su personal. Es una cuestión de estar a la altura de las expectativas, pero es también una de evitar lo que ocurre cuando no se alcanzan.
Al fin y al cabo, el mismo estudio indica que el 68% de los directivos encuestados teme que si no se llega dejarán la empresa y un 63% que dañaría la productividad y el rendimiento corporativos. Incluso, afectaría a la imagen pública corporativa. No estar a la altura de la experiencia de uso esperada no solo hará que el personal no sea todo lo productivo que le gustaría, también lleva a que la reputación corporativa sufra.
¿Cómo lograr que el trabajo sea como quienes lo desempeñan espera que sea? Las cuestiones emocionales y de bienestar son importantes y así se mantiene la importancia de elementos como tener café accesible u organizar happy hours, según los datos del informe, pero también contar con una muy buena experiencia digital.
Además, a medida que se va produciendo una renovación en términos generacionales de la plantilla y se va incorporando más personal de los grupos demográficos más jóvenes, se vuelve todavía más crucial. La Generación Z es ya nativa digital y está acostumbrada a encontrarse por defecto este tipo de herramientas en todas partes. No solo forman parte de su vida cotidiana, sino también de lo que esperan en todas las demás áreas. Es su base por defecto.
De hecho, como apunta un informe de Deloitte, el impacto de la Generación Z en el mercado de trabajo va ser «rápido y profundo» con una onda expansiva que tocará muchos palos. En el universo del trabajo, todas sus preferencias apuntan a un cambio y a una evolución en lo que debe ser entendido como el trabajo, como señala el estudio. Lo digital estará en el corazón de todos sus puntos importantes.
A las compañías no les queda más remedio que hacer ajustes y, sobre todo, entender que la digitalización no es solo una opción para ganar en eficiencia o lograr más resiliencia —que también— sino una vía fundamental para lograr estar a la altura de las expectativas de sus trabajadores y ofrecer experiencias fluidas y agradables. Contar con las mejores soluciones IT se convierte así en una determinante decisión de negocio.
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