Las catástrofes se han convertido en uno de los riesgos potenciales a los que deben enfrentarse los países, las regiones y las ciudades. La crisis climática ha agravado las catástrofes naturales y ha aumentado la probabilidad de que se produzcan. Según datos de la Organización Meteorológica Mundial que recoge ONU-Hábitat, la lista de catástrofes ha estado dominada en los últimos 50 años por las sequías, las tormentas y las inundaciones. Se espera que en los próximos años aumente su intensidad y también, como advierte el organismo, la cantidad de personas que se verán afectadas por ellas.
Por tanto, es todavía más acuciante contar con soluciones eficientes y estar preparados para lo que pueda ocurrir.
Si bien el aumento de las catástrofes naturales es una noticia negativa, la respuesta de la ciudadanía aporta el punto optimista. En medio de estas situaciones, las cifras de voluntarios suelen ser muy elevadas y cada vez más gente se quiere sumar a los esfuerzos de los servicios de emergencias a la hora de paliar los efectos directos que tienen estas situaciones. En paralelo, el desarrollo de la tecnología también abre potenciales herramientas de gestión.
Incluso, la tecnología puede servir para mejorar la respuesta a estas crisis ayudando a que los voluntarios tengan más claro qué deben hacer, cómo y dónde. Uno de los problemas que causa que la ciudadanía se sume a los esfuerzos de gestión de una emergencia es saber qué hacer con esos recursos. Su presencia desestructurada añade más caos a una situación ya de por sí caótica. Se necesita coordinación, para enviar a los voluntarios allí donde se los necesita y también para sacar el mayor partido a sus capacidades y conocimientos.
Es en esa intersección donde nace KatHelfer, una herramienta que demuestra cómo la tecnología puede ayudar en momentos de catástrofe.
KatHelfer, un punto de encuentro
En el desarrollo de KatHelfer han participado 25 organismos alemanes diferentes liderados por T-Systems y con fondos del Gobierno alemán. Así, en su creación se han escuchado las voces de la ciencia, las administraciones públicas, la ciudadanía, las empresas y los propios servicios de emergencias. Estos serán los potenciales usuarios finales de la herramienta. Sus creadores creen que le dará a los municipios y estados «una oportunidad para emplear mejor a sus voluntarios».
KatHelfer centralizará el envío de mensajes, ayudará al trabajo de las redes operativas o facilitará la digitalización de los procesos. Además, es compatible con otros sistemas de emergencias, por lo que ayudará a simplificar las gestiones, y con las apps de mensajería que la ciudadanía ya emplea.
Todo esto se ha hecho con una interfaz de uso sencillo y fácil, para que no haya que perder el tiempo familiarizándose con ella. La clave está en crear una solución en la que los voluntarios puedan decir de forma clara y rápida cuáles son sus fortalezas y que permita a los servicios de emergencia unir esos recursos con esas necesidades. Un algoritmo se encarga de hacer match entre unos y otras, lo que acelera las gestiones.
Por ahora, la solución solo ha funcionado en pruebas, con varios tests a lo largo de 2024 que dieron datos reales sobre sus fortalezas y potenciales fallos. Estos datos se han tenido en cuenta para el desarrollo y se espera que la versión final llegue al mercado en la primavera de este año.
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