Tejido vivo sobre esqueletos robóticos: esa es la definición rápida de los robots biohíbridos, algo que te sonará mucho si eres aficionado a las películas futuristas. Pero ‘Terminator’ es ficción, afortunadamente, aunque la idea fundamental se ha hecho realidad. Un grupo de científicos ha sido capaz de desarrollar un pequeño prototipo de robot biohíbrido capaz de atrapar objetos como si se tratase de los dedos humanos.
Los investigadores del Instituto de ciencias Industriales de la Universidad de Tokyo han desarrollado este robot biohíbrido funcional, que además tiene una «vida» útil muy superior a la media de este tipo de dispositivos. Estos investigadores presentaron un estudio en la revista Science Robotics en el que explican no solo la parte más técnicas del desarrollo, sino también el alcance de esta nueva tecnología.
Estos robots están atrayendo la atención como los candidatos perfectos para mejorar la aplicabilidad de la robótica a los estudios sobre diseños biológicos y a la construcción de sistemas biológicos dinámicos in vitro. Se trata de un terreno en el que las cosas se están desarrollando a gran velocidad, lo que ha permitido diseñar métodos de locomoción y movimiento con tecnología de tejido muscular.
Llegan los #robots biohíbridos, tejido vivo sobre un esqueleto metálico Share on XEl gran problema de los robots biohíbridos está en la mencionada vida útil, muy limitada. Los tejidos de músculo esquelético que controlan el movimiento de las extremidades robóticas se desgastan muy rápido debido a las contracciones espontáneas que sufren durante el proceso de cultivo (es decir, en el proceso según el cual crecen hasta alcanzar el punto ideal). Aunque es un tema complejo y no tenemos intención de profundizar en los detalles, se ha logrado alargar la vida útil de los robots biohíbridos al imitar, en cierta medida, a la naturaleza.
Así, este robot longevo dispone de pares antagónicos de músculos esqueléticos. Esto es similar a lo que vemos en nuestro brazo, con un bíceps y un tríceps (par antagónico) que se encargan de doblar o estirar el codo. Al repartirse la tarea, los músculos son capaces de sobrevivir durante más tiempo. En concreto, este robot biohíbrido alcanzó una semana de uso en perfectas condiciones antes de deteriorarse.
El movimiento de este robot se puede apreciar en vídeo. Podemos comprobar cómo este par de «dedos» son capaces de manipular un objeto y superar las limitaciones de diseño que existían para robots de este tipo a la vez que se replican movimientos realistas.
Las aplicaciones de los robots biohíbridos parecen directas. En primer lugar, cuando sea posible combinar grupos musculares imitando a los grupos humanos, se mejorará enormemente el conocimiento sobre el cuerpo humano y cómo tratar situaciones de carácter médico. En segundo lugar, un uso práctico inmediato está en la industria farmacéutica. Será posible, en el futuro, probar medicamentos en tejidos musculares que serán réplicas de los humanos y no será necesario realizar pruebas con animales, ni con personas.
Sea como sea, el progreso que queda por delante en cuanto a los robots biohíbridos es asombroso. Este es un primer paso, pero los resultados son prometedores tanto por la calidad de los movimientos como por el aumento de la longevidad de los tejidos. Será difícil que veamos réplicas humanas completas, pero cuesta menos imaginarse un futuro con prótesis biohíbridas funcionales.
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