El Smartphone desempeñará un papel cada vez más importante en el impulso de la revolución digital de la salud al albergar sensores que monitorizan el estado del individuo y contar con aplicaciones que ayudan a mejorar la calidad de vida de la persona.
Un ejemplo de ello es el iPhone 5s, que cuenta con dos nuevos sensores: el de huellas digitales y el coprocesador movimiento M7, que se unen a los otros 5 existentes. Además de estos sensores, cada vez hay más aplicaciones relacionadas con la salud. Existe una aplicación que mide el ritmo cardíaco sin contacto físico, otra para el seguimiento de la forma y tamaño de los lunares del cuerpo… Para todas ellas se utiliza alguno de los sensores del teléfono.
Con el número de sensores que se añade a los nuevos smartphones, ¿cómo será el smartphone del futuro? ¿Tendrá sensores específicos relacionados con la salud? ¿Los consumidores podrán escoger y elegir su opción de sensores en su teléfono inteligente en función de sus propias necesidades de salud?
La predicción es que el smartphone del futuro tendrá el poder y la capacidad de procesar grandes conjuntos de datos como los ordenadores científicos lo hacen hoy, por lo que podrán proporcionar información significativa sobre el estado de salud Everywhere/AllTheTime.
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