Dentro del organigrama corporativo, ya nadie duda de la importancia crucial del CIO. En un mercado en el que la tecnología tiene un papel tan importante, sus responsabilidades son claves para la supervivencia corporativa. Pero, más allá de gestionar herramientas y asegurar la digitalización de la compañía, el CIO tiene cada vez más peso en la toma de decisiones, en la logística diaria corporativa o en la estrategia. El CIO del mañana —y del presente ya— es un agente para el cambio.
Esto es algo que las compañías tienen cada vez más presente: como apunta un reciente estudio de Deloitte, el CEO ya visualiza al CIO y a su trabajo como una palanca para el cambio y para encontrar oportunidades de crecimiento. La firma de análisis habla de la «era dorada del CIO».
A medida que la tecnología «continúa su transición de ser una herramienta para desarrollar negocios a ser el negocio en si mismo», como señala el estudio, el peso del CIO en el organigrama se afianza. Un 57% de los CEOs usará la tecnología para encontrar nuevas oportunidades de crecimiento y, por eso, el 63% de los CIOs ya reporta directamente al consejero delegado. Es decir, su importancia es tan evidente que son ya miembros de pleno derecho de la C-suite.
Un CIO transversal
Por eso, no sorprende que en el perfil del CIO ideal entren cada más criterios conectados no ya con el área de la tecnología, sino con la de los negocios: se espera que sean líderes también en innovación, valor de negocio o de gestión de equipos. Frente a un modelo más convencional y centrado de forma exclusiva en las TI, emerge un CIO con un perfil más transversal. «El papel del CIO ha evolucionado de forma significativa, ser simplemente el experto técnico es necesario pero insuficiente», apunta Anjali Shaikh, managing director en Deloitte. Ahora, señala, los CIOS deben ser «líderes de negocios y de personas».
Así, un 59% de las empresas espera de su CIO que sea innovador y clave para la transformación de negocio, un 57% que genere valor y un 54% que sea un agente para el cambio. La tecnología sigue siendo importante y los retos actuales de los CIOs son las tecnologías emergentes, la inteligencia artificial, la ciberseguridad y la estrategia interna tecnológica. Pero estas cuestiones ya operan en una suerte de vacío TI, sino que están conectadas con esas otras áreas y responsabilidades.
El CIO del mañana
Por ello, el CIO se ha convertido en una pieza fundamental en la transformación corporativa, lo que a su vez ha complicado su trabajo diario. Lo que se espera de los máximos responsables de tecnología es, cada vez más, más complejo. «El trabajo del CIO de hoy no es fácil, es un rol dinámico, exigente y crítico que define el futuro de la compañía», asegura John Marcante, CIO-in-Residence en Deloitte.
De hecho, si hubiese que hacer un retrato robot del CIO del futuro, la tarta de sus características se repartiría entre áreas muy diversas. Es cómo son ahora mismo los líderes tecnológicos más punteros.
Sus habilidades incluyen la gestión del talento (34%), puesto que son capaces de captar y fidelizar personal con habilidades clave (y formar en ellas a quienes ya están en su equipo); la optimización de la estrategia TI (32%), haciendo más efectivo el uso interno de las herramientas TI; y la sostenibilidad (32%), porque han reducido el impacto en el planeta de su actividad. A eso suman una capacidad para gestionar los riesgos y mitigarlos, para impulsar el crecimiento y para mantenerse siempre actualizados.
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