Usos y aplicaciones del mapping 3D en el arte

La tecnología sigue su imparable vorágine y una de sus más rutilantes manifestaciones es el video mapping o mapping 3D, técnica que, grosso modo, busca producir efectos artísticos tridimensionales y de muy variadas aplicaciones, valiéndose de un software especial. Si bien su desarrollo requiere un importante despliegue de programas informáticos, diseño, vídeo y sonido, nada como la capacidad creativa de un buen profesional puede garantizar sus impactantes efectos.

Su mecánica es proyectar imágenes y vídeos sobre superficies inertes e inmóviles, como pueden ser fachadas de edificaciones o lugares emblemáticos. Imprime sobre estas estructuras singulares efectos cinéticos y las convierte en un soporte sobre el cual practicar storytelling, efectuar muestras de una marca, inaugurar eventos o dar a conocer acontecimientos de interés. Todo ello está alimentado con una escenografía cautivadora que lleva al público a empaparse del mensaje que pretende transmitirse.

Este tipo de contenidos suele hacerse viral porque los espectadores comparten un valioso material audiovisual en redes sociales (de ahí que esta técnica sea tildada como mapping interactivo), lo que constituye una publicidad gratuita enormemente efectiva para las marcas.

Cómo hacer mapping

El proceso de creación va precedido del mapeo de los detalles físicos de la superficie sobre la que se realizará la proyección. Existen cuatro elementos determinantes en cualquier proyecto de video mapping:

• Un sistema de proyección, donde destacan sistema óptico, luminosidad y contraste.
• Una superficie de proyección, plana o tridimensional y continua o discontinua.
• Unos contenidos adaptados a la superficie de proyección, para lo cual es necesario un análisis preliminar.
• Un punto de visualización: esos contenidos deben recoger la óptica del espectador, problema soslayable mediante la ubicación de espectadores y proyección en un mismo lugar, para que el efecto 3D sea preciso.

Detalles técnicos que intervienen en el video mapping

• Planificación. En caso de grandes eventos, puede requerir hasta seis meses, necesarios para medir bien la superficie y montar el vídeo a escala.
• Potencia lumínica. Es preciso calcular el número de proyectores y su potencia, en función de las dimensiones y perspectivas de la superficie.
• Iluminación artificial externa, que será la menor posible, para garantizar el mejor resultado.
• Ángulo de proyección, que tendrá en cuenta la posición del público, para su correcta visualización.

 
Más allá de los fines comerciales, debe destacarse su aplicación en el campo del arte, para destacar monumentos de valor arquitectónico y engrandecer ese valor cultural con relatos acerca de sus orígenes. Asimismo, tiene pleno encaje en obras de teatro, óperas y espectáculos musicales, pues permite adaptar los escenarios conforme a las exigencias del guión.

El video mapping está llamado a marcar el éxito de muchas empresas, en un futuro próximo, por su capacidad de impacto en los consumidores. De hecho, en Francia y Alemania, se ha consolidado entre las nuevas tendencias del mercado publicitario como una excelente fórmula de aunar arte y marketing.

Foto | MCI Group