El Big Data de empresas ha sido un concepto realmente innovador en el marco de la transformación digital que ha experimentado toda organización de cierta envergadura que se precie en el mundo moderno. Por ejemplo, las grandes empresas multinacionales han desarrollado complejos sistemas de manejo de datos masivos para poder ajustar márgenes en sus políticas y, en definitiva, ser más eficientes.
Sin duda, el cloud computing (es decir, la computación en la nube) ha sido clave para que las organizaciones puedan interrelacionar millones de datos en tiempo real. Millones de datos que se ponen en valor en conjunto gracias a los progresos en los dispositivos de conexión de datos online.
¿Pueden prescindir las grandes organizaciones del uso del Big Data? Clic para tuitearLa evolución del Big Data
En efecto, así es. Mediante esta computación de grandes conjuntos de datos se pueden comprobar conclusiones acerca de hechos sociales o científicos. Pero, sobre todo, es posible predecir comportamientos humanos grupales. Esto es, tendencias asociadas, por ejemplo, a consumos o preferencias de las personas.
Las métricas y estadísticas obtenidas mediante las técnicas de Big Data (por ejemplo, a través de algoritmos) permiten obtener una información nada desdeñable para ser puesta en práctica en los modelos de negocio más racionales de las empresas. Sin embargo, hay un factor, derivado de esta utilización masiva de datos que implica una cierta obsolescencia del concepto de Big Data, tal y como se había interpretado hasta ahora.
El por qué del Small Data
La presentación de esta información que proyecta el Big Data sigue resultando útil para optimizar los recursos de un negocio. No obstante, si se quiere ir más allá, hay que determinar qué sensaciones vinculadas a los comportamientos humanos dan forma a las tendencias que se expresan en las métricas del Big Data. Detrás de ellas siempre hay un componente humano y emotivo. Unas acciones o unos pensamientos que, a priori, pueden parecer insignificantes, pero que dan sentido, sobre todo, a los cambios de tendencias.
Esta información es la que proporciona el Small Data y ya no puede ser pasada por alto.
El aprovechamiento actual del Big Data pasa por saber extraer el componente humano que se esconde tras las montañas de información en forma de datos.
Ejemplos prácticos del Small Data
No haber calibrado una información comportamental muy concreta provocó un accidente del coche automático inteligente de Google y puso en tela de juicio su seguridad y cuestiones acerca de la privacidad de su sistema.
La comprobación de que las prendas de la tienda Tally Weijl eran compartidas mediante fotos tomadas en los probadores y subidas a las redes sociales, antes de ser compradas, permitió a la empresa facilitar el proceso mediante la conexión a Internet.
El small data también nos puede abrir mucho camino a la hora de acercarnos a los gustos de los consumidores y conseguir la personalización de contenidos.
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