Los retos del coche autónomo son muchos y muy diversos. En algunos casos suponen un esfuerzo tecnológico tremendo como la tecnología de los múltiples sensores que se equipan, el cerebro autónomo que utiliza machine learning para llegar a conclusiones acertadas, y tantas otras tecnologías.
Por eso nos puede parecer mentira el hecho de que la “simple” limpieza del vehículo vaya a ser un problema grave para estas unidades. Sin embargo, así es, y todo viene a cuento de “la vista” del coche autónomo, es decir, todos los sensores de última generación que hacen posible la generación de una imagen precisa del coche y su entorno.
Una buena #limpieza y mantenimiento de los sensores del #cocheautónomo será fundamental para conservar su fiabilidad Share on XEl mantenimiento de los sensores y cámaras de vídeo repartidos por toda la carrocería del coche es vital para que estos dispositivos puedan adquirir datos fiables que no deriven en malas interpretaciones o cálculos incorrectos.
Un sistema basado en machine learning necesita, para su correcto funcionamiento, de conjuntos de datos que lleven a informaciones exactas y fieles a la realidad, por tanto, cualquier error en la entrada de dichos sistemas llevará a conclusiones o actos que diferirán de lo esperado. Este es un riesgo elevado porque puede originar problemas, desde una simple “desorientación” a un error de cálculo que provoque una colisión o un atropello.
Los túneles de lavado, una de las formas más habituales para limpiar el coche, no son la mejor alternativa. La razón: no son aparatos cuidadosos con los objetos y piezas que sobresalen del coche. Si se da el caso de que una unidad de LiDAR sobresale de la carrocería (lo habitual en este estado de desarrollo de los coches autónomos) y queda dañado por culpa de un túnel de lavado, los costes de reparación serán muy elevados.
Por supuesto, este no es el único motivo por el que el lavado de un coche autónomo puede suponer un riesgo para su seguridad. Tan solo con que tras el lavado queden restos de jabón seco, o marcas de agua o restos de suciedad (porque el túnel de lavado no sea capaz de limpiar a fondo), los sensores podrían tener un conjunto de datos de entrada erróneo o no todo lo exacto que debiera ser.
Por ello, la mejor opción es el lavado a mano, el tradicional y hoy en día menos común lavado a mano, artesanal. Que una cámara de asistencia al aparcamiento esté parcialmente sucia no supone un gran riesgo: podemos lidiar con ello. Sin embargo, que una cámara de alta resolución tenga una mancha inadvertida es peligroso. Se trata de la cámara que debe reconocer peatones mediante un software específico para tomar decisiones que pueden afectar a la integridad de todos, por tanto, su limpieza completa es vital.
El caso del LiDAR es más sensible aun, porque los millones de pulsos láser que se emiten cada segundo, que al ser recibidos como si fuesen “eco” conforman la imagen tridimensional del entorno del coche, pueden rebotar en manchas de barro, suciedad o insectos distorsionando así la “realidad” del coche.
Por ello, los productos específicos para el lavado como las bayetas de microfibra, productos limpiacristales, e incluso dispositivos específicos para la limpieza de los coches autónomos serán lo más indicado. Eso, y quizás un repunte del negocio de los lavaderos de coches artesanales.
Deja tu comentario sobre "La amenaza inadvertida para el coche autónomo: la limpieza"