Una de las exigencias más comunes en el sector agroalimentario es la trazabilidad de los productos. Disponer de información acerca del origen de los bienes producidos en la industria alimentaria, por ejemplo, o conocer la genealogía de los animales criados para el consumo es algo esencial para el desarrollo de esta industria, para aumentar la confianza del consumidor y, por supuesto, para cumplir con legislación vigente. Es en ese terreno en el que puede destacar blockchain como la tecnología perfecta. Veamos cómo se relacionan blockchain y el sector de la alimentación.
La cadena de bloques como garante de la trazabilidad
Siendo blockchain una tecnología de base de datos distribuida que cuenta con un alto nivel de seguridad, además de elevadas cotas de transparencia por su propia naturaleza (en la que cada nuevo bloque es verificado por toda la red), resulta interesante para el sector de alimentación por motivos evidentes. Al disponer de un registro de esta manera, se garantiza que cualquier operación, movimiento o procesamiento que se realice sobre la materia prima quedará registrado, inmutable y verificado por todos los elementos involucrados.
¿Cómo puede #blockchain transformar la industria alimentaria? Clic para tuitearLas ventajas de blockchain para el sector alimentario (y, en general, para cualquier sector como podremos comprobar) son múltiples, pero estas dos son las principales en importancia:
- Auditabilidad. Cuando se registra una información en la cadena de bloques pasa a ser inmutable. No se puede cambiar ese registro en ningún caso, si bien se podría actualizar en un nuevo bloque. Esta característica es perfecta para realizar una auditoría de calidad, por ejemplo, así que en el futuro las partes puede verificar la información sabiendo que ha permanecido inalterada.
- Interoperabilidad entre diferentes plataformas software, sirviendo como middleware. Los bloques de una cadena admiten formatos de datos muy variados y no deben seguir ningún patrón fijo. Es decir, dentro del bloque, si lo vemos como una caja negra, podemos tener datos heterogéneos como datos de un sistema de gestión de inventario, registros de lotes o lotes para identificación única, datos de GPS para información de ubicación o datos de cadena de frío.
Esto es de un valor incalculable para la industria alimentaria, ya que se podría verificar rápidamente la inocuidad de los alimentos y, en caso contrario, sería inmediato remontarse en la cadena de bloques hasta encontrar el factor de riesgo (uno, o varios).
Al estar identificados los productos de manera única, en el caso de que se detecte un fallo o un problema alimentario se podría hacer una retirada selectiva, en lugar de una retirada de productos general. Esto aumentaría la confianza del consumidor, por un lado, y reduciría los costes asociados a retirar un producto del mercado, por no hablar de la crisis de reputación, que sería más leve.
Eso sí, a veces no es necesario que exista una transparencia total en la cadena de suministro. Habrá que desarrollar estrategias de propiedad intelectual en relación a la información que es accesible por terceros, incluyendo a los consumidores. Aun así, blockchain es una tecnología perfecta para la industria por sus características y la posibilidad de disponer de información encriptada que sirva, entre otras cosas, como prueba ante una posible retirada de productos, o incluso un cambio en la normativa del sector.
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