Se prevé que el gasto en nube pública, en relación al de IT empresarial, pase de ser inferior al 17% este año, al 45% en 2026. Este aumento hace que ya empiecen a descubrirse tendencias en este ámbito que, implementadas a tiempo, supondrían una ventaja competitiva. Además, tienen un impacto directo en el compromiso social con el medio ambiente de utilizar tecnologías más verdes.
La evidencia existe: las administraciones públicas son una parte importante para lograr alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el cloud tiene ventajas para ellas tanto como para las empresas. Tenía que llegar el momento en que ambas, organizaciones y tecnología, trabajasen juntas por el bien común y ya empieza a ser una realidad: utilizar la nube pública como vía para reducir la huella de carbono.
Algunos ejemplos de ello son la necesidad de crear portales online para comunicarse con el ciudadano de forma no presencial o de facilitar el teletrabajo en la administración, ambas situaciones en las que tanto a pequeña escala se reducen emisiones al evitar desplazamientos innecesarios como también al almacenar la información en lugares que aprovechan la energía limpia. Por ejemplo, con la instalación de paneles solares en nuestro data center, hemos rebajado un 89% nuestra huella de carbono, ayudando así también a nuestros clientes a cumplir sus propios objetivos.
Hoy en día, ofrecer un servicio sostenible es obligado para cualquier empresa digital, pero más para los proveedores de servicios en la nube (Cloud Service Provider o CSP) porque de ellos depende en gran medida la reducción del impacto en el medio ambiente que supone para las administraciones públicas el uso del cloud. Los próximos años habrá requisitos más estrictos para cumplir con la agenda 2030 y los ODS, y han de ser los primeros en avanzar en esta línea.
Incorporar estos objetivos a las estrategias y elegir proveedores que también los cumplan son formas de añadir valor al servicio público porque refuerzan la idea de dar ejemplo para que otras empresas continúen ese camino. Por eso resulta de utilidad disponer de datos que demuestren los avances realizados en cada objetivo y así medirlos progresivamente.
En este sentido, la solución Syrah proporciona las herramientas necesarias para hacer seguimiento de las estrategias de sostenibilidad para detectar los cambios y entender los motivos que los provocan. Para ello, aúna Big Data, inteligencia artificial e internet de las cosas, todo al servicio de las administraciones públicas para que lleven a cabo acciones específicas con resultados tangibles.
La preocupación por el impacto en el medio ambiente es solo una de las cuatro tendencias sobre cloud público que analizamos en el boletín de Gartner. Puedes conocerlas mejor descargando gratuitamente la versión completa en inglés del whitepaper Top Four Trends Are Shaping the Future of Public Cloud, donde también encontrarás recomendaciones sobre ellas que deberías tener presente en 2022.
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