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Muchos profesionales guardan información confidencial sujeta a protección de datos en archivos en sus propios ordenadores personales, ya sea portátiles o de sobremesa. Puede ser cualquier tipo de información que nosotros consideremos que no debe ser vista por terceras personas, y no han de ser, necesariamente, archivos gubernamentales o que incluyan secretos industriales. Un usuario doméstico puede considerar confidencial cualquier archivo personal en el momento en que decide, por ejemplo, vender, donar o simplemente deshacerse de un ordenador. En ese momento, surge la necesidad de realizar un borrado total de los archivos, ¿cómo se puede hacer?

La papelera de reciclaje o formatear el disco no es suficiente

Es algo bien conocido, aunque en el fondo no todo el mundo sabe que cuando enviamos algo a la papelera de reciclaje no se borra el contenido del disco duro. Ni siquiera tras su vaciado. La papelera es un almacén previo al borrado de archivos, pero este borrado tan solo es parcial: se elimina cualquier referencia a ese archivo, de manera que el sistema operativo no lo puede encontrar más, pero el fichero permanece grabado en el almacenamiento hasta que nuevos ficheros ocupan su lugar.

Cualquiera puede tener información confidencial en su ordenador, ¿cómo eliminarla al 100%? Clic para tuitear

Una opción radical para eliminar los archivos de un sistema de almacenamiento (disco duro o memoria USB, por ejemplo) parece la del formateado, pero ni siquiera esta técnica garantiza la desaparición de la información. Existen dos modalidades de «formateo»: rápido y completo. Al elegir formateo rápido para un disco no se sobreescribe la información, sino que se elimina la tabla de particiones y cualquier referencia a archivos, de manera que la información queda inaccesible salvo que utilicemos herramientas específicas de recuperación de datos. Un formato completo sí elimina físicamente los archivos, y por eso tarda mucho más en realizarse. Aún así, sigue sin ser algo infalible.

Cómo eliminar archivos específicos de manera definitiva

 

Imagen de Eraser

Imagen de Eraser

El problema básico que planteamos es sencillo: ¿cómo elimino un archivo concreto que no quiero que pueda ser recuperado de ninguna manera, sin formatear por completo mi disco? La solución es sencilla: basta con utilizar un programa como Eraser (si nos referimos a Windows y a versiones por encima de XP) que se encargará de no dejar rastro de la información que señalemos para su eliminación. En la web del producto, además, nos dan una serie de razones por las que nos conviene barajar la posibilidad de utilizar la aplicación, y esta seguro que te sorprende:

El archivo permanece en el disco hasta que se haya creado otro archivo sobre él, e incluso después de eso, podría ser posible recuperar datos mediante el estudio de los campos magnéticos en la superficie del disco.

¿Sorprendidos? Es natural pensar que, siendo personas de a pie, nadie va a tener tanto interés en escudriñar nuestros discos duros. Pero si nos vamos a deshacer de un disco o de memorias USB tendríamos que tener la precaución mínima de eliminar todo rastro de información sensible como datos personales, que alguien, quien sea (y nunca sabremos quién será) pueda utilizar para sus propios fines, incluyendo el cibercrimen.

No es una cuestión de paranoia, sino de hacer un uso razonable de los recursos a nuestro alcance, y tener mínimas precauciones a la hora de terminar el ciclo de vida de nuestros dispositivos. La privacidad y nuestros derechos lo merecen. Por eso, utilizar programas como Eraser es la opción más recomendable para el eliminado de información sensible: basta con descargarlo gratis de su web, instalarlo en unos segundos y elegir las opciones por defecto para garantizar la vaporización del archivo designado. Eraser lo habrá sobreescrito 35 veces y no habrá dejado ni rastro.

Como mencionamos, hemos hecho referencia a Eraser por ser una solución gratis y fácil de usar para sistemas Windows modernos, pero existen muchas alternativas eficaces y bien conocidas, como podría ser KillDisk, para GNU/Linux, o el conocido y versátil CCleaner, también para Windows.

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