Nunca se ha hablado tanto de sanidad como en los últimos años; desde el estado de los centros de salud públicos hasta las políticas de vacunación, pasando por el rol de la industria farmacéutica, no ha quedado casi ningún aspecto por tratar. Entre los más comentados, la necesidad de digitalización del sistema sanitario pasó a un puesto relevante y urgente cuando la pandemia nos obligó a quedarnos en casa. Pero ¿qué significará exactamente para el paciente esta digitalización? ¿Cómo será su experiencia en un sistema sanitario digitalizado?
Algunos de esos aspectos, que nos permiten imaginar el futuro con mayor facilidad, ya existen. El mejor ejemplo es la receta electrónica. Antes, para obtener un medicamento, el paciente debía obtener una receta en papel firmada por su médico y llevarla a la farmacia. Para nueva caja, hacía falta un nuevo papel. Ahora, el médico introduce la información en una plataforma informática y, cuando llegamos a la farmacia, el farmacéutico puede acceder a través de nuestra tarjeta a la información sobre los medicamentos que nos ha recetado el profesional sanitario.
En un sistema sanitario digitalizado, la telemedicina será una opción más con la que contará el paciente. Aunque la atención presencial seguirá siendo el pilar principal, en muchos casos acudir al centro sanitario no es estrictamente necesario y puede significar incluso un problema para el paciente. Si puede conectar con su médico a través de una pantalla, tener una e-consulta o contactar con él para dudas rápidas sin necesidad de visitar el hospital o el ambulatorio, la solución será más rápida y conveniente para todos.
Muchas de las mejoras beneficiarán al paciente sin que este se dé cuenta. Los expedientes e historias clínicas electrónicos, por ejemplo, cuando están bien diseñados y son accesibles a todos los profesionales que se ocuparán de la persona, ayudan a reducir errores y prevenir futuras necesidades de salud. A esto también contribuirá la Inteligencia Artificial, cuyo uso en el ámbito sanitario es enormemente prometedor: diagnósticos más tempranos y precisos, detección preventiva de factores de riesgo, etc.
Además, en este nuevo sistema sanitario digitalizado, el contacto y comunicación entre los distintos profesionales médicos que tratan a un paciente (médico de cabecera, especialistas…) será más fluido, evitando así también la realización de pruebas repetidas y garantizando a las personas una atención médica más eficiente y de calidad.
Para que todo esto sea posible, es imprescindible una transformación digital que tenga en cuenta los distintos profesionales y ramas que forman el sistema sanitario y que diseñe una hoja de ruta pensando en ese ecosistema completo. Además, es preciso tener también en cuenta que en este caso la protección y seguridad de los datos es especialmente delicada.
La experiencia de T-Systems trabajando en la digitalización del sistema sanitario, ocupándonos del proyecto desde su ideación hasta la fase de mantenimiento, nos convierte en un jugador clave en el mercado de la e-sanidad. Nuestro objetivo: impulsar la transformación digital del sistema de salud poniendo siempre al paciente en el centro.
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