Desde la consolidación de Internet como sustrato inmaterial de las transacciones económicas y la gestión de datos financieros, la prevención de los episodios relacionados con fallos en la seguridad informática, bajo la forma de virus, gusanos, troyanos o bombas lógicas, se ha convertido en un asunto de obligada cobertura en el presupuesto de gastos de las empresas de ecommerce y del sector de las TIC, permanentemente sometidas al riesgo de hackeo. Estas amenazas no solo afectan a la privacidad de los individuos, sino a cualquier organización que gestione información sensible entre la que destaca sobremanera la de carácter financiero.
No obstante, pueden encontrarse notables sorpresas en la percepción de estos peligros como amenazas reales meritorias de una inversión seria en prevención. Un reciente sondeo llevado a cabo en 27 países por Kaspersky Lab en mayo de 2014 ha arrojado datos bastante reveladores. De forma genérica puede afirmarse, a la luz de ese estudio, que las empresas dedicadas al ecommerce invierten todavía muchos menos recursos de los apropiados a salvaguardar la información financiera y prevenir las brechas de seguridad TI. De ello se desprende un escaso compromiso por la protección de su información financiera, contrariamente a lo que sería deseable para una empresa cuya esencia son las transacciones online.
Ese precario interés que las entidades de comercio electrónico manifiestan sobre la protección de información sensible sorprende aún más si se considera el factor de riesgo de los ataques DDoS. Estos son capaces de inutilizar temporalmente la operatividad de sus mecanismos comerciales, uno de los recursos más habituales y dañinos de los profesionales del hackeo para bloquear el funcionamiento de un servicio de Internet sin necesidad de romper las barreras de seguridad TI.
La seguridad de los datos financieros en una empresa que basa sus operaciones en Internet debe constituir una partida presupuestaria de suficiente entidad, asegurando el necesario equilibrio entre seguridad e inversión.
Foto | Santiago Zavala
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