La pandemia ha puesto contra las cuerdas a muchos negocios y empresas. El coronavirus y las restricciones a las que nos obliga, ya sea de movilidad o, como hace un año, de confinamiento forzoso, ha puesto de relieve la necesidad imperiosa de la transformación digital.
Esa necesidad, a veces, no va acompañada por la posibilidad de emprender los procesos de transformación necesarios a todos los niveles en la empresa. Por ese motivo, para ayudar a reparar los daños económicos y sociales causados por la pandemia, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y los dirigentes de la UE acordaron un plan de recuperación que nos permitirá salir de la crisis.
Se trata de Next Generation UE, o el Plan de Recuperación para Europa, y es el mayor paquete de estímulo jamás financiado a través del presupuesto de la UE con un total de 1,8 billones de euros. En ese plan existen los denominados fondos europeos para la digitalización, que van a permitir a miles de empresas avanzar hacia ese mejor futuro que todos merecemos.
Estos fondos están pensados para que se puedan acometer a la vez tanto la recuperación de los países como su transformación económica poniendo el relieve en dos aspectos fundamentales: la transición ecológica y la digitalización.
Las ayudas europeas para la digitalización
Estas ayudas van a estar disponibles para autónomos, pymes y grandes empresas, y serán, por un lado, ayudas directas no reembolsables (el 50%), y préstamos por otro lado (el otro 50%). Se canalizarán a través de los países miembros de la UE (de su sector público).
Al ser así, es decir, al ser el sector público quien gestione los fondos, hay que estar bien atentos a las convocatorias que lancen ministerios, consejerías de gobierno autonómicas y, seguramente, también los ayuntamientos.
Para saber cómo solicitar esas ayudas, tendremos que esperar a que salgan las convocatorias concretas, porque serán esos organismos oficiales quienes ofrezcan toda la información al respecto de cómo y cuándo pedirlas.
¿Qué proyectos se van a financiar?
Como ya mencionamos, podrán acceder a las ayudas las empresas de todos los tamaños, incluyendo los autónomos. Sólo tendrán que justificar, para la parte digital, que se quiere invertir en proyectos de digitalización, por ejemplo, digitalizar el proceso de funcionamiento interno de la empresa).
También se menciona expresamente el proceso de utilización de los datos, es decir, todo lo que tiene que ver con el Cloud y la gestión de los datos y la privacidad, y también entrarían la automatización de los procesos, o la transformación de las cadenas productivas de sectores más tradicionales.
Se prevé que lleguen a España alrededor de 71.600 millones de euros por transferencia directa para todos esos proyectos que encajen con las solicitudes, un dinero que se podrá utilizar hasta el 31 de diciembre de 2026 y que beneficiará a todos los proyectos que se hayan puesto en marcha desde el pasado 1 de febrero de 2020. Es decir, serán ayudas, en esos casos, con efecto retroactivo.
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