El cloud es una parte cada vez más importante de la infraestructura tecnológica de las empresas. Incluso, casi se podría decir que no se puede ya no estar en la nube y no emplearla como recurso fundamental en la transformación digital de las compañías. El cloud resuelve muchos de los problemas corporativos; por ejemplo, hace que todo fluya más rápido, garantiza un acceso a los datos en cualquier lugar y momento o soporta las herramientas necesarias para el teletrabajo. La nube hace que las compañías sean más resilientes y más competitivas.
Pero, a pesar de las múltiples ventajas del cloud, los responsables IT de las empresas —y, sobre todo, quienes son sus jefes, la C-suite— siguen temiendo algunas cuestiones vinculadas a este salto a la nube. Les preocupa la seguridad de la información y todo lo que se vincula a esto, desde el mantener la privacidad de los datos hasta asegurarse la compliance con su infraestructura tecnológica.
En resumidas cuentas, se podría decir que asegurarse que estas cuestiones están resueltas y que no se va a tener problemas en estas áreas hay que apostar por un partner que sepa qué hace en la nube y que ofrezca las soluciones más robustas y seguras. Es decir, en la nube no hay que jugársela, y eso implica buscar a un socio tecnológico con una propuesta de valor y que comprenda las necesidades específicas de la compañía. En T-Systems, por ejemplo, la transición cloud se hace a medida de cada empresa.
Pero, más allá de tener a un buen partner tecnológico, se pueden también priorizar ciertas garantías en privacidad y compliance para la nube cuando se toman decisiones tecnológicas. Así pues, seguir las últimas tendencias en cloud y comprender qué suponen estos avances ayuda a entender cómo se puede fortalecer la posición de las empresas en esos territorios. Por ejemplo, ahora mismo, la privacidad —teniendo muy presente lo que ya reclaman las normativas, como la muy exigente GDPR europea— está marcando el desarrollo cloud.
Igualmente, en el mercado aparecen propuestas que dan más poder en el control de la información. Es lo que ocurre con las emergentes nubes soberanas: «la soberanía significa control integral», recuerdan desde T-Systems.
Código europeo
Además, algunos sellos y etiquetas permiten de manera rápida asegurarse de que el servicio cloud cumple con los estándares esperados. El Código de Conducta de la Nube de la UE, también conocido EU Cloud Code of Conduct por su nombre en inglés, es uno de ellos.
La iniciativa quiere asegurar la responsabilidad en el mercado cloud y también afianzar la confianza en los servicios en la nube que ofrecen las empresas participantes. Aunque, quizás, lo que resulta más interesante para los clientes es lo que dice sobre la ley europea de protección de datos: el sello —que se renueva cada año— asegura que se están cumpliendo las obligaciones de la normativa comunitaria.
La Open Telekom Cloud de T-Systems está adherida a este código. «T-Systems se unió al Código de Conducta de la Nube de la UE en noviembre de 2021, subrayando nuestro compromiso con la protección de datos», asegura el CEO de T-Systems, Adel Al-Saleh. «Nos alegra anunciar que la Open Telekom Cloud ha pasado con éxito los procesos de adhesión, al que seguirán más soluciones nuestras», afirma. Los datos que se almacenan en la Open Telekom Cloud están en centros de datos de Alemania, Países Bajos y Suiza.
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