Las herramientas para la gestión del Cloud se enmarcan, mayoritariamente, en herramientas activas y pasivas. Cada una de estas categorías tiene sus ventajas sobre la otra, y en este artículo veremos de forma somera las principales diferencias entre ambas.

Para entendernos, hablamos de las herramientas que nos permiten controlar todo lo que tiene que ver con la operación: los usuarios, los datos, las aplicaciones y los servicios. Además, permiten a los administradores supervisar todo tipo de actividades, como la implementación de recursos, el seguimiento del uso, la integración de los datos o la recuperación ante desastres.

Para terminar, las herramientas de gestión del Cloud ofrecen control administrativo de la infraestructura, las plataformas, las aplicaciones y los datos.

Herramientas de gestión pasivas

Las herramientas de gestión de la nube pasivas son la inmensa mayoría. Estas herramientas ofrecen información de todo tipo sobre el estado o los problemas que surgen en los sistemas en la nube y, en ocasiones, pueden hacer sugerencias para mejorar el rendimiento o solucionar alguno de esos problemas. Lo que las define como pasivas es que no ponen en marcha las medidas correctivas.

Estas son las herramientas indicadas para la gran mayoría de empresas y organizaciones, ya que en la operación habitual se da el caso de que la automatización de las medidas correctivas no tiene sentido. La razón es que la información se basa en eventos y es necesaria la interacción humana.

Herramientas de gestión activas

La necesidad de las herramientas de gestión de la nube activas surge de la complejidad actual de los diferentes sistemas que integra una sola empresa. Hoy, podemos encontrarnos, por ejemplo, tres nubes públicas, cientos de bases de datos diferentes, docenas de modelos de seguridad y cincuenta (o más) tipos de almacenamiento a gestionar por una única organización. Y no una excesivamente grande.

La complejidad crecerá con el paso del tiempo, con más complejidad próximamente. Nos hemos quedado sin los recursos necesarios para mantener estos sistemas y no queda otra que adoptar la automatización y las herramientas activas.

Podemos hablar de tres tipos principales de herramientas activas de gestión del Cloud:

• Las herramientas activas orientadas al análisis: similares a las pasivas, pero con capacidad para tomar medidas correctivas.
• Las herramientas activas orientadas a eventos: reaccionan ante determinados eventos, normalmente simples con resolución obvia. Estos son mayoría en la actividad diaria de los administradores, por lo que ayudan a ahorrar tiempo y a ganar en eficiencia.
• Herramientas de autocorrección o autorecuperación. Con este tipo de herramienta, el sistema es el que lleva a cabo la reparación automatizada.