La inteligencia artificial puede tener un impacto muy positivo en los negocios y en la estrategia de las empresas. Así, por ejemplo, la hiperautomatización consigue hacer a las empresas más competitivas y eficientes. «La hiperautomatización no es automatizar mucho», puntualizaba en una de las #CharlasEnMagenta Ramon Parreu, jefe de RPA en T-Systems Iberia. Más bien, consiste en identificar procesos, automatizarlos y liberar así recursos.
Este es solo un ejemplo de cómo la IA cambia las cosas y de su elevado potencial, pero también una constatación de que la gran revolución que supondrá la inteligencia artificial no es una cuestión del futuro. Es ya algo cercano y próximo: los grandes cambios —y su impacto en el éxito corporativo— pueden llegar en el corto plazo. Es algo que los decission makers deben tener muy presente cuando toman decisiones de gasto e inversión. Sus estrategas corporativos, al menos, sí lo han comprendido ya.
Esto es lo que deja claro uno de los más recientes estudios de Gartner sobre el papel de la IA y la analítica en el futuro corporativo. La firma de análisis ha realizado una macroencuesta global —recabando testimonios entre directivos de Norteamérica, Europa Occidental, Asía Pacífico y Australia-Nueva Zelanda como muestra— sobre cómo se ven las cosas de cara al futuro próximo. Entre los sujetos de estudio incluyeron a representantes de industrias diversas y de compañías de tamaño y baremo de ingresos diferentes.
El 79% de los estrategas corporativos encuestados ha asegurado que la inteligencia artificial, la analítica o la automatización serán claves para el éxito. En concreto, consideran que este tipo de tecnologías resultarán «críticas» en los próximos dos años. «Durante años, los estrategas les han dicho a sus negocios: si quieres seguir siendo competitivo y efectivo, necesitas ir a lo digital. Ahora, parecen dispuestos a aplicar esa idea a sus propios flujos de trabajo», explica al hilo de las conclusiones del estudio David Akers, director de investigación en Gartner. En este nuevo panorama, la IA y la analítica ayudarán a tomar decisiones estratégicas y se integrarán en los flujos de trabajo diarios.
Esto no es solo parte de una estrategia a ejecutar, sino que las compañías ya están tomando pasos para convertirlo en algo real. Esto es, no una cuestión que hay que hacer sino una que ya se está haciendo. Según los datos de Gartner, solo el 15% de las acciones de planning estratégico y ejecución están ahora mismo automatizadas. Sin embargo, se considera que el 50% podría estarlo.
Por supuesto, lograr esos datos implica también abrazar una más amplia variedad de herramientas, puesto que la tecnología puede afianzarse en más áreas y en más actividades. Ahora mismo, según los datos del estudio, lo habitual es que se utilicen herramientas de análisis tanto descriptivo como de diagnóstico. Soluciones como las de analítica predictiva o prescriptiva son empleadas por menos de la mitad de las empresas y muchas menos —un 20%— están usando machine learning o procesado de lenguaje natural.
Esto es una oportunidad perdida, puesto que el retorno de estas herramientas es muy elevado. En algunas de ellas, como el machine learning, la mitad de los estrategas corporativos reconoce que están investigando cómo aprovechar su potencial. Es un dato que invita a un cierto optimismo.
En resumidas cuentas, lo que las empresas deben tener muy presente es que las soluciones de IA y analítica son fundamentales para el éxito ya no a largo sino a corto plazo de sus negocios y que no pueden dejar pasar este tren. Recurrir a partners solventes, que conocen las últimas tendencias del mercado y que saben adaptarse a las necesidades de cada compañía, como T-Systems, es fundamental para hacer esta nueva transición tecnológica con éxito.
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