El futuro de la Tecnología de la Información o IT pasa por el creciente desarrollo del Internet de las Cosas (IoT) y cada vez son más los objetos que se vuelven “inteligentes” a medida que son equipados con una tecnología que favorece la comunicación.
¿Sabes cuáles son algunos de los usos más curiosos del Internet de las Cosas?
El colchón que detecta infidelidades: la empresa gallega Durmet, distribuidor tradicional de colchones, ha creado Smarttress, un colchón equipado con unos sensores que reconocen los cambios de presión y un algoritmo que identifica si esos cambios se corresponden con los propios de la actividad sexual. En ese momento, envía una notificación al usuario.
Las zapatillas que mejoran tu entrenamiento: en este caso, Samsung nos trae unas zapatillas de deporte inteligentes, las IoFit, cuya cámara capta los movimientos del deportista y los envía a una aplicación donde el usuario recibe una información que le permite mejorar su entrenamiento.
Sensores para el jardín: la empresa francesa Parrot fabricante de drones, distribuye un sensor denominado Flower Power que registra datos sobre el estado de las plantas, como la temperatura, la luz solar o la humedad. Esta información se envía a través de bluetooth y avisa al usuario de qué necesitan sus plantas.
La nevera inteligente: de nuevo Samsung sorprende con una nevera llamada The Family Hub, que permite, entre otras cosas, ver su interior directamente desde un smartphone. Cada vez que la nevera se cierra, las 3 cámaras situadas en su interior hacen una fotografía que envían al dispositivo móvil del usuario, permitiéndole decidir qué tiene que comprar esté donde esté.
Cuestiones como la seguridad, la movilidad o el almacenamiento de datos son algunos de los retos que el Internet de las cosas aún presenta para el campo de las TIC. El loT está aquí para quedarse y en un futuro no muy lejano estos objetos resultarán cotidianos para cualquier persona.
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