Después de que hace unos meses la ciudad neerlandesa de Ámsterdam estrenara la primera vía construida con paneles solares, sus promotores afirman que está funcionando mejor y produciendo más electricidad de la que habían calculado inicialmente.
En realidad el tramo de vía de unos 70 metros de longitud tenía como fin servir para probar cuán eficiente resultaba aprovechar la superficie del suelo como fuente de energía solar. Una idea que lleva algún tiempo dando vueltas pero que fue ésta ciudad la primera en ejecutar de forma efectiva.
Después de seis meses en funcionamiento, el tramo de carril bici solar situado entre los barrios de Krommenie y Wormerveer ha producido unos 3000 kWh, suficiente para suministrar energía durante un año a una casa pequeña y ya se piensa en ampliarlo hasta los 100 metros de longitud. Eso mientras más de 2000 ciclistas pasan sobre ellos cada día.
El tramo está construido con SolaRoad, una superficie prefabricada que consiste en módulos de cemento de 2,5 × 3,5 metros. Sobre el cemento se incorporan las células solares convencionales, que quedan a su vez bajo una capa de vidrio templado que las protege.
La capa superior de vidrio deja pasar la mayor cantidad posible de luz solar hacia las células solares a la vez que repele la suciedad en la medida de lo posible —a lo que también contribuye que este camino solar está ligeramente inclinado— y está tratado para impedir que resulte resbaladizo, siquiera cuando está mojado. La esperanza de vida de estos paneles es de unos 20 años.
El proyecto que da origen a este tramo de prueba es mucho más ambicioso, y tiene en cuenta los más de 140.000 km de vías públicas que hay en los países bajos. No todas las vías son susceptibles de ser convertidas en generadores solares de electricidad, en parte debido al coste y en parte por la limitación de peso que pueden soportar los paneles, que es de unas 12 toneladas. Pero los promotores de la idea creen que en torno al 20 por ciento de las vías públicas neerlandesas son candidatas a convertirse en paneles solares.
Los paneles solares quedan emparedados entre la base de hormigón y una superficie de vidrio transparente especialmente tratado.
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