Aunque en casi todas las ciudades se observa una tendencia a estimular el uso de la bicicleta como medio de transporte, aquellas en las que hasta ahora no estaba extendido su uso se suelen encontrar con un problema del tipo «el huevo y la gallina»: la ciudad no invierte o no sabe exactamente cómo y dónde debe de invertir para adaptar las infraestructuras viales porque los ciudadanos no utilizan la bicicleta; y los ciudadanos no utilizan la bicicleta porque la ciudad no está preparada y resulta peligroso, explica Michael Volkmer.
Volkmer es uno de los autores de la aplicación Radwende. Motivado por la calificación de la ciudad de Wiesbaden como la más hostil de Alemania para los ciclistas, la aplicación traza las rutas que siguen por la ciudad los ciclistas, recopila los datos y dibuja un mapa que muestra por dónde circulan las bicicletas.
Las rutas más utilizadas aparecen destacadas en un mapa de la ciudad, con líneas más o menos gruesas según su popularidad; según cuántos ciclistas las utilicen. Adicionalmente una instalación artística en el museo de la ciudad dibuja en tiempo las líneas, según los usuarios las envían, visualizando los recorridos en tiempo real.
Más interesante aún es que esa información se utilizará para planificar, diseñar y adaptar las rutas más utilizadas por parte de los ciclistas, quienes pueden utilizar esa información para defender y argumentar sus peticiones, tales como solicitar zonas de aparcamiento para bicicletas o cambios en el funcionamiento del tráfico con el fin de conseguir que sea más eficiente en general, y más seguro para los ciclistas en particular.
Aunque por ahora la aplicación únicamente tiene utilidad en la ciudad de Wiesbaden (está disponible desde las tiendas alemanas de aplicaciones móviles para iOS y Android) la idea es fácilmente aplicable a otras ciudades que comparten el mismo problema.
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