No hay mes, o semana, en que no nos encontremos un nuevo problema inesperado al que se deben enfrentar los coches autónomos. La razón es simple: son sistemas tan complejos que se enfrentan a situaciones tan dispares y únicas que, en conjunto, se superan todas las expectativas y salen a la luz los problemas.
El que comentamos en esta ocasión es tan simple como cotidiano: la detección de peatones. No hace falta irnos hasta los coches autónomos de verdad, es decir, aquellos que son de Nivel 5 de automatización y que no precisan de conductor humano en ningún caso (y a los que les queda largo trecho hasta llegar a las calles). Nos basta con examinar los sistemas que incorporan los vehículos con niveles de automatización menores, pero que son capaces, en teoría, de detectar peatones y reaccionar ante ellos.
Este sistema tiene un nombre que varía dependiendo del fabricante, pero que se puede resumir como la frenada de emergencia con detección de peatones. Es decir, un sistema basado en cámaras de vídeo que detecta a los peatones que se cruzan en la trayectoria del vehículo y que, de no hacer nada, serán atropellados. En esos casos, el vehículo reaccionará activando la frenada de emergencia. En algunos sistemas, se añade la posibilidad de ejecutar una esquiva para evitar el impacto con el peatón.
Los sistemas de detección de peatones suspenden, según la AAA
La American Automobile Association (AAA) ha realizado un estudio con diversos modelos de coche que incorporan la detección de peatones como sistema de seguridad, y se ha encontrado con que la gran mayoría de ellos es incapaz de detectar al peatón a tiempo (y lo golpean). La realidad es bastante descorazonadora:
Los coches golpearon en un 60% de los casos al peatón, una cifra que se elevó a un 89% al utilizar el muñeco que simulaba el tamaño de un niño. Los resultados dependen de la velocidad y del escenario concreto, ya que ninguno de los coches pudo detectar a un peatón de noche.
Existen varias razones para entender estos números tan pesimistas. La primera es que, a la vista de que de noche no se pudo detectar a ningún peatón, son sistemas basados en cámaras de vídeo. Si estuviésemos hablando de radar, o de LiDAR, la cosa cambiaría, ya que este sistema de pulsos láser no depende de la cantidad de luz ambiente para funcionar.
Es preocupante comprobar que la mayoría de los sistemas que se describen como de «detección de peatones» no detectan a los peatones, o lo hacen tarde. Esto significa que, una vez más, el camino hacia el coche autónomo es largo y está lleno de trampas que superar. Debemos pensar que para que un coche llegue a ser considerado Nivel 5 debe ser capaz de controlar totalmente su entorno con, la menos, la misma seguridad que los conductores humanos.
Pero la realidad es bien distinta, puesto que a los coches 100% autónomos les vamos a exigir mucha más seguridad y fiabilidad que a los conductores humanos.
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