Por coches autónomos entendemos vehículos que no necesitan conductor, ni asistencia de ningún tipo por parte de un ser humano. Es decir, un vehículo completamente automatizado para todas y cada una de las tareas que, típicamente, se realizan en un desplazamiento en coche.
Por otro lado, tenemos los vehículos que disponen de diferentes niveles de conducción autónoma, cuando lo que se quiere decir es, en realidad, niveles de asistencia a la conducción. Este tipo de diferenciación puede llevar a confusión, sobre todo entre el público en general.
El uso de un lenguaje apropiado para referirnos a los coches que circulan solos puede evitar situaciones de exceso de confianza. Estas se pueden dar, por ejemplo, en coches que puedan circular a lo largo de un tramo de carretera de manera automática, pero que requieran la presencia de una persona presta para tomar los mandos en caso de emergencia.
Hoy, venimos a desmontar, en cierta medida, el mito —o el hype— del coche autónomo.
Coches con asistencia avanzada a la conducción, sí. #Cochesautónomos a corto plazo, todavía no Clic para tuitearAsistencia a la conducción, sí. Coches autónomos, no
Esto, que puede parecer un matiz sin importancia, es crucial. Se están publicando una cantidad enorme de artículos, estudios, avances, informaciones en general, acerca de los coches autónomos, de su impacto en las ciudades —sí, también en estas páginas—, y de las tecnologías necesarias para su implantación a nivel global.
Sin embargo, dar una fecha en la que podamos ver, en vivo, coches autónomos de nivel 5 circulando por nuestras calles es algo que nadie, ni siquiera los fabricantes con mayor experiencia y kilómetros recorridos, se atreve a decir con seguridad.
En la escala de niveles de automatismo de los coches, el nivel 5 es el nivel final. Es un nivel en el que el vehículo es capaz de resolver cualquier problema que surja durante la conducción. Será capaz de transportar ocupantes con seguridad y eficiencia y ni siquiera necesitará disponer de mandos, ni volante ni pedales. Serán coches que no necesitarán a los humanos.
Esa es la verdadera distancia que nos separa del coche autónomo. Mientras tanto, podremos hablar de coches con asistencia a la conducción, capaces de recorrer ciertas distancias de manera automática, cambiar de dirección, reaccionar ante emergencias leves…, pero siempre dependerán de un humano. Eso, en realidad, conlleva mucho riesgo, puesto que el conductor se puede confiar y no prestar atención a la carretera.
Reilly Brennan, socio general de Trucks Venture Capital y profesor de transporte en la Universidad de Stanford, afirma que, mucho antes de la llegada de vehículos capaces de recorrer las carreteras libremente sin intervención humana, llegará la automatización al campo, a la minería o a las flotas de transporte por carretera con rutas estables y claras. Después, más tarde, llegará el coche autónomo libre.
Y no, no somos pesimistas. Lo que ocurre es que existe un salto importante en requisitos y capacidad de computación entre disponer de un coche capaz de gestionar un atasco de tráfico, y disponer de un vehículo capaz de predecir las reacciones de peatones distraídos y encontrar la mejor solución en milisegundos.
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