Los drones, o vehículos aéreos no tripulados, se han asociado frecuentemente a acciones bélicas de castigo más que a usos civiles. Permiten alcanzar objetivos militares de manera efectiva y silenciosa. Este uso destructivo y facetas relacionadas con el control de multitudes por parte de las fuerzas de seguridad, con la consiguiente limitación de la privacidad, han generado una fama negativa a estos aparatos. Sin embargo, esta notable innovación tecnológica, cada vez más sofisticada, puede tener también finalidades de carácter benéfico. Decía el linguista y activista norteamericano Noam Chomsky que un martillo puede utilizarse para hacer daño y también para construir una casa. En resumidas cuentas, no podemos culpar a la herramienta.
En efecto, la versatilidad de unas máquinas que pueden desplazarse, rápidamente y con precisión milimétrica, a kilómetros de su lugar de partida favorece que puedan emplearse para llegar a zonas de dificil acceso, como por ejemplo en el campo de la asistencia sanitaria en poblados de países subdesarrollados, donde los drones podrían evitar que la ayuda sea interceptada por aquellos que dificulten el buen reparto de la misma.
Asimismo, el Ambulance Drone, ideado por un estudiante holandés, permite transportar un desfibrilador y equipamiento de primeros auxilios a las localizaciones más inaccesibles. Alec Monmont, de la Universidad de Delft, desarrolló este dron que pesa solo 4 kg y que puede desplzarse a velocidades de hasta 100 km/h (como puedes ver en el vídeo abajo). A la hora de paliar los daños causados por el terremoto de Haití, los drones ya han supuesto un medio a tener en cuenta. En este caso ayudaron a hacer fotografías aéreas para valorar el desastre.
Por otro lado, de la misma manera que transportan alimentos (no solo humanitarios, también las típicas pizzas para llevar) o medicinas (proyecto llevado a cabo por DHL), también pueden servir para el desplazamiento de materiales didácticos. Este servicio puede tener un aprovechamiento especial en zonas rurales, donde las escuelas se encuentran lejos de los poblados.
En otro orden de cosas, se está a la espera de una regulación más específica del uso de drones, ya que las normativas actuales adolecen de parcialidad. De esta forma, los drones dejarán de verse como un regalo para millonarios.
Se plantean como una gran oportunidad para la empresa y todo un abanico de posibilidades humanitarias y asistenciales se abrirá cuando se regule y democratice la utilización de drones.
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